𝙂𝙍𝙀𝘼𝙏 𝙒𝙊𝙈𝘼𝙉 (ᵃⁿⁿᵉ ʷⁱᵗʰ ᵃⁿ ᵉ)

Capítulo XVI

"¿POR QUE JUSTAMENTE TU?"

LEAH.

Todo el tiempo estuve esperando el momento preciso para decirle que lo amaba, la vez que lo vi tan mal, no podía imaginarme un día sin el, sabia que seria difícil superar lo que el me hace sentir cada vez que estoy con el. Pero yo no sabia lo que venia a continuación era algo que me iba a dejar rota y sin palabras. 

El simplemente no respondió de inmediato se quedo parado viendo a la nada fijamente, estaba procesando lo que le acababa de decir.

O eso era lo que yo creía.

Su vista regreso a mi y pude notar como su cuencas se acumulaban de lagrimas, de pronto me abrazo, un abrazo cargado de sollozos por parte de el. Mi reacción a primera estancia es abrazarlo mas fuerte y decirle que todo estaba bien, pero el solo negó para separarse un poco de mi.

— Estoy muriendo mi linda Leah.

Como si me tiraran un balde fría se tratase, así recibí su noticia. 

— Esto no es divertido Jamie —el niega nuevamente— dime que es mentira.

— No lo es —se acerca a mi y no puedo alejarme— no se cuanto me queda.

— Esto no... tu, no.. —ahora yo era la que negaba— ¿Desde hace cuanto?

— Hace un par de semanas... yo...

— ¿Quien sabia? —pregunte, sin respuesta— Dime, por favor.

— Marrilla, Matthew, Diana, Jerry, Rubí.

— ¿Mi hermana no sabia?

— No, pero sospechaba.

Asentí.

Mi cabeza daba muchas vueltas en este instante, no sabia que pensar o que decirme, simplemente me quede en blanco, la persona que amo esta muriendo.

──❀•❀── 

— Debieron decirnos desde un principio —Anne era la que hablaba a los dos adultos y Jamie— teníamos el derecho de saberlo.

— Niñas... —Marrilla me mira— no queríamos preocuparlas.

— Hubiéramos entendido —hable luego de estar callada desde que inicio esta platica— Hubiera estado mas tiempo aquí contigo —mi mirada ahora estaba en mi novio.

— No quería arrastrarte conmigo, simplemente no podía linda —volvía las lagrimas a el— perdóname.

— Debemos hacer algo —dice Anne— debes pelear contra esto.

— No se puede hacer mucho —comenta Matthew— es una enfermedad que no tiene cura..

— Ni tratamiento —finaliza Marrilla.

— Debo salir de aquí —digo antes de retirarme— no me sigas Jamie— le pido cuando lo veo parándose.

Salgo de la casa a paso veloz debía llegar a la estación lo mas pronto posible, si ellos no hacían algo, si el no hacia nada, yo lo haría. Compre mi boleto y tuve que esperar veinte minutos para que el tren llegara, hasta que llego me subí y me fui hasta el fondo para poder estar sola.