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Advertencia:
°Contiene abuso sexual entre otras cosas..
°Incesto.
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Era un día tranquilo, normalmente todos los días eran así desde que él y su madre junto a su hermana se habían mudado, para Hana fue difícil acostumbrarse.
Vivir en la ciudad y que de pronto tú madre tenga la loca idea de llevarte a un pueblo para las vacaciones era lo peor que le había pasado a la adolescente.
Kiba sin embargo estaba feliz, nuevos amigos, nueva casa, nuevos lugares por conocer y además su madre le había hablado de un lugar al que podía ir para pasar el tiempo, casi como una escuela de verano pero sin menos tareas y más diversión.
Ambos hermanos acostumbrados a la ciudad, no quitaba que pudieran probar cosas nuevas.
Tsume trabajaba bastante, tuvo muchos problemas son su ex esposo, y tras horas de juicios se decidió que ambos compartirán la pensión de los niños. La ciudad ya no le gustaba tanto a la mujer, le traía malos recuerdos.
Aunque ambos niños adoraban a su padre y gracias a esto Tsume y Hana se distanciaron, pues Hana solo entendía que su madre los había separado de su padre.
Kiba ni siquiera lo conocía bien, pero a pesar de no compartir mucho con él le alegraba que estuviera ahí para él.
Por eso y en busca de alejarse fue que Tsume tuvo la idea de irse a vivir temporalmente a la casa de su hermanastro. Un hombre joven de 26 años que tenía una casa en un pueblo bastante tranquilo, vivía solo, y hace mucho que no ve a sus sobrinos..
Principalmente a su sobrinito.. Ese niño lindo de mejillas con marcas rojas.. Su "angelito" como solía llamarle. Ya que su rostro era tan precioso como el de uno... Cuando el hombre supo que su hermanastra se iba a quedar a vivir con él y sus sobrinos irían se emocionó bastante.
