Había pasado una módica semana desde que retrató al chico arbusto y por más que dibujara sus sentimientos cotidianos, no entendía porqué a pesar del tiempo transcurrido, el muchacho seguía apareciendo entre sus bocetos.
Simplemente no tenía sentido.
Cada vez que caminaba por los alrededores, los pasillos, entre los portales de diferentes salones, o hasta en la cafetería, no distinguía la mata de rulos verdes. Aunque no las buscaba, si estaba atento por si las veía cruzándose en su camino.
Y dado el caso que se lo topará de frente y pudiese hablarle, ¿Qué coño le diría?
«Oye maldito nerd... te vi en el tren y no he dejado de pensar en ti»
Menuda estupidez.
Antes tres metros bajo tierra antes de decir algo así de estúpido.
Tronó su lengua y mientras divagaba tenía la cara apoyada en su mano y con la otra, movía la pluma de lado a lado.
Con cada fina línea suspiraba, trazaba un estilo animado, de ojos grandes, cuerpo anatómicamente proporcional y cabello desordenado, pero al final de cuentas muy impresionante, la página estaba repleta por el chico sin nombre.
No se le olvidó.
Imaginaba cómo eran sus ojos al ser descubiertos de la capucha ocular. Sabía que color tenían, pero no la forma de éstos. Aparte de que había otra cuestión que le decía de que a ese rostro le faltaba algo, pero nuevamente, no sabía el qué.
—Bakugou-Kun... ¿Quién es él? ¿Un nuevo personaje? — La chica de mejillas rosas se asomó por sobre su hombro e instintivamente cerró de súbito la libreta para que la contraria no lo pillara (aunque ya era tarde) y así dejando ver las estampas que se encontraban en la portada, decorado con símbolos propios de su banda favorita y algunas otras de explosiones y granadas. La verdad algo infantil.
¿Pero a qué hora llegó ésta?
—Métete en tus asuntos cara redonda. — Disfrazó su vergüenza con molestia, evitando que su rostro fuera expuesto ante la menor, escondiendo un sutil puchero remilgoso.
—Bueno, hace rato vi a tus compañeros salir, pero a ti no... y vine a buscarte.
La hora de irse había empezado hace algunos minutos, así que con la nueva información el rubio vainilla procedió a levantar sus cosas.
A Uraraka le pareció raro ver tan distraído a Katsuki. Ya iban de salida del edificio y quiso platicar un rato con el mayor como de costumbre.
—¡Hoy Camie me abandonó y me dejó a mi suerte en Física! ¡Qué le pasa! ¡Bien sabe que apesto a troll muerto en esa materia!
—Que asco, un troll apestoso.— hizo una tremenda expresión de repulsión, que la otra mejor no vió.
—Odio admitir que sin ella, aunque estudie, no paso...— tomó su playera entre sus dedos y la apretó.
—Mmh.— dejó pasar el tiempo antes de volver a decir algo.— ¿Porqué te molesta tanto?
—No, no, no es eso.— elevó su cabeza hacia arriba para ver directamente los rubíes que tanto le gustaban— Es mi amiga, la quiero un montón, pero es que, no me gusta sentirme tonta y pedirle ayuda siempre, siento que es una molestia.
—Pues si eres tonta, porque es tu amiga y si lo necesitas te va a ayudar, ¿qué acaso te ha dicho que la molestas con eso?
—No... ella me ve con buena cara y lo hace digerible para mí...
ESTÁS LEYENDO
◤ The Only Smile I'll Draw is Yours; KatsuDeku◥
FanfictionKatsuki pasa la mayor parte del tiempo con el entrecejo fruncido y la cabeza dentro de sus cuadernos de dibujo, hasta que ve a un peli verde adormilado en el tren y decide dibujarlo porque le pareció bonito. «Deku es como una obra de arte en un muse...