La puerta está cerrada y estoy sola, he soñado que eras insaciable por mis pecados, sumerjo mis brazos entrelazados en la bañera y escondo tu llave de repuesto en mi boca.
El sueño que hablamos y el rosario que elegimos, en mi nuca quedan las marca...
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Al anochecer las tiendas estaban levantadas sobre la llanura y muchos se encontraban jugueteando en algunas tiendas que daban vista directa al mar, admirando lo que creían imposible aun teniéndolo a sus pies, esperando llenar sus ojos que aquella maravilla azul.
Los jóvenes novatos no era la excepción, la cena se la habían llevado a un viejo tronco que estaba ahí por la arena, un poco lejos de las carpas pero lo suficientemente cerca como para no sentir el frío que asechaba todas las noches incluso en primavera.
Hubiera sido un momento más ameno para la joven pelinegra si Eren hubiera estando rondando cerca de ellos, pero hace algunos minutos que le perdió la pista entre tantos soldados moviendo el equipaje, además el ruido de las celebraciones tampoco la ayudaba a concentrarse.
Después de su pequeña conversación al llegar al mar había comenzado a actuar de forma extraña, perdido en sus pensamientos parecía bastante ausente, hasta un poco preocupado.
A su lado Armin estaba en una situación similar, pero de una forma mucho más segura, ya que sabía perfectamente que Galatea estaba junto a la comandante movilizando sus próximas estrategias en en peor de los casos.
Se lamentaba un poco que después de tener el deseo de ver el mar no lograra disfrutarlo como se esperaba, pues parecía mucho mas pendiente de lo que pasaría después al otro lado de la magnifica masa azul del horizonte.
- Siento que podría estar aquí por horas - soltó Sasha sonriente mientras mordisqueaba un poco de su pan.
- Te iras en cuanto se te acabe la comida - señaló Connie obvio.
- Eh, ¿Cómo supiste? - pregunto sorprendida sacando risas por parte de Jean mientras Connie solo negaba con la cabeza.
Armin les siguió las risas con una sonrisa mientras Mikasa aún miraba más discretamente posible a su alrededor, esperando que en cualquier momento Eren llegara.
- No pensé que llegaríamos hasta aquí, realmente lo vi perdido en Shiganshina - comenzó Jean soltando suspiros aliviados, ignorante de muchas cosas.
- Estoy de acuerdo - apoyo Sasha a su lado.
- Si, supongo que no es tan malo - agregó Armin un poco melancólico, aún se sentía inseguro con su posición actual dentro del ejército.
