Capítulo 3.- Felicidad
Pov _____:
— ¿Estarás bien? — preguntó con un toque de preocupación por lo cual de tal forma besé su pómulo y así tranquilizarlo.
— Por supuesto — respondí sonriente ante el rosado que pintaba en sus mejillas — ¿te veré más tarde?
— Solo para recogerte — asentí ante su respuesta.
Dijimos un hasta luego, para después ir a la plaza donde aquella persona me había citado. Hoy era un día especial, pues yo era una invitada a la que con tanto tiempo costó perdonar.
Al verla, pude notar en un instante la diferencia que conllevaba sus cesiones de terapia, un rostro más agradable y pasajero, ya no el mismo que mostraba cada que quería dar cierta impresión.
Al verme, me saludo muy amistosamente y con una sonrisa respondí de igual forma, charlamos un rato de las cosas que se han hecho a través del tiempo en el que no nos hemos visto, hasta de los planes futuros para así matar el tiempo en lo que nos recibía su asesor emocional.
Los minutos pasaban, la gente entraba y salía de aquel consultorio, algunos lloraban, otros reían, ¿qué nos esperaba a nosotras?, en fin, la secretaria fue tan amable de indicarnos nuestra llegada.
— El doctor es muy atractivo — dijo con una sonrisa plasmada en su rostro — y también un buen hombre...
— Oh ya veo, ¿te gusta? — pregunté curiosa a lo que negó — ¿entonces?
— Es como un hermano mayor — respondió.
[...]
— Agradezco su presencia — habló tan dulcemente que ahora entendía a Dahyun, un hombre bastante atractivo, carismático y también muy profesional — es un buen avance que las dos hayan hecho las pases, espero buenas cosas de usted señorita Kim.
— Por supuesto — respondió la susodicha con un tono de alegría que juró, inundaba toda la sala — gracias por recibirme todo este tiempo, adiós señor Lee.
Es así como había terminado el duro camino de Dahyun. Con un abrazo y los mejores deseos fue nuestra última despedida pues ella se iría al extranjero a estudiar y emprender una nueva vida.
— Que todo fluya bien con el celoso de allí — dijo divertida mientras observaba de reojo a Jungwon quién comía tranquilamente un helado — se que aún está molesto, lo entiendo, yo también lo estaría pero me voy tranquila sabiendo que tu me has perdonado — asentí gustosa — que nada ni nadie haga que su relación terminé, ustedes se aman mutuamente, felicidades y dile al tonto que se anime de una vez a declararse.
— Si no lo hace, lo haré yo... otra vez — asentimos las dos mientras reíamos.
— Pero en esta ocasión será un sí, un absoluto — respondió.
Y ese fue nuestro "último" adiós...
[...]
Jungwon alegremente tomó mi mano y la beso de una forma tan tierna, haciéndo revolotear las mariposas de mi estómago.
Éste hombre hacia subir y bajar mis emociones de una forma tan sorprendente, amaba y adoraba sus tiernos pero sutiles gestos. Era como su sello personal de él y al único que permitía tal contacto de piel con piel...
— ¿De verdad no prefieres ir con nosotros, aunque sea un poquito? — pregunté con un puchero a lo que el respondió que no mientras movía la cabeza de izquierda a derecha de una manera suave.
— Tengo que estudiar — continúo — sabes que ahora estamos próximos a los exámenes y realmente quiero estar bien para que en un futuro no nos falte nada.
