once

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iván dejó al otro día una carta real, con sobre, extensa y romántica, era oficialmente una carta de declaración, estaba nervioso, horriblemente nervioso.

pero los nervios buenos, y su buen presentimiento se fueron a la mierda cuándo observó como carrera entraba al salón, tomaba la carta y sin abrirla si quiera, la arrojó a la basura; los ojos del mas alto ardieron, pero fingió dormir otra vez.

el salón comenzó a llenarse, y no tardó en llegar el profesor, haciendo que la cabeza de el pelinegro se distrajera de su tristeza.

"little letters and cookies" - carre x spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora