veintiocho

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iván se despertó de muy buen humor ese día, cosa que no pasaba muy seguido, su madre no estaba pero vió en su celular un mensaje que claramente explicaba que estaba trabajando, mientras tanto su padre estaba en el living viendo las noticias del día.

el pelinegro sólo pensaba en el día increíble que había pasado con aquel chico ojiverde que robó su corazón, era tan lindo.

¿debería cocinar? sí; solo se dijo mentalmente que buscara algo nuevo para cocinar, siempre hacia lo mismo.

horas pasaban, el horno hacía magia, tal y como iván quería, al cabo de cuatro horas, estaba listo.

-huele riquísimo ivancito, ¿es para la familia o para rodrigo?

su padre apareció en la cocina en cuanto él había terminado de limpiar.

-para la familia, solo quería probar una nueva receta.

ambos miraron el pie de manzana que permanecía sobre la mesa, caliente y aún soltando el vapor que venía acompañado del aroma.

y en ese momento, comenzó a divagar y llenarse de falsos escenarios, en los cuáles él tenía una bonita casa, junto a su esposo, rodrigo, y una niña tan bonita jugando por ahí...

estúpidas fantasías, ¡recién era un adulto! y ni siquiera le gustaban los niños, o la idea de casarse.



"little letters and cookies" - carre x spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora