veintiséis

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los ojos de ambos se llenaron de lágrimas, y silenciosamente corrieron desde sus lagrimales hasta sus mentones; se fundieron en un abrazo, fuerte y suave, tibio, lleno de amor, ambos pensaron en lo mucho que habían deseado hacer eso.

abrazarse, una acción tan simple y tan cotidiana, había logrado que ambos chicos sintieran las famosas mariposas en sus estómagos, y la sensación se extendió al resto de su cuerpo cuando el más bajito rompió el abrazo, tomo con sus manos la cara del contrario, y estampó sus labios con los del otro, un beso necesitado, cariñoso, que dejaba en claro lo mucho que se querían.

al separarse se miraron a los ojos, y rieron, no habían cruzado más de dos palabras pero si se habían besado; estaban más que felices.

–no sabes cuánto deseé hacer eso en cuánto te ví.

rodrigo fue el primero en hablar, sonriendo y con la respiración algo agitada aún.

–con abrazarte me bastaba, pero gracias por el beso.

rieron otra vez. sus corazones se sentían finalmente en casa.

–iván, leí tu carta, me hiciste llorar hijo de puta, ¿cómo podes escribir tan bien si en persona de pedo decís te quiero?

–cosas de no saber expresarse, tarde una semana entera en hacer esa carta, ¿te gustó?

–me encantó, te quiero un montón.

se sumieron en un silencio, solo cortado por los autos que pasaban por ahí, o uno que otro peatón.

–¿vamos a tomar algo?

"me encantas." pensó iván, y es que algo tan simple como esa frase lograba que iván quisiera tirarse encima del contrario para abrazarlo.

–de una, yo pago.

"sos hermoso." rodrigo tenía esa frase en la punta de la lengua, estaba esperando para soltarla en el momento correcto, ¿iván siempre se había visto tan bien?


"little letters and cookies" - carre x spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora