diecisiete

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-rodrigo, tenés que salir de casa un rato, nunca estás tan encerrado, dale.

su hermano levanto la voz y se sentó en la cama del más pequeño, le hacía recordar cuando eran chiquitos, y él se golpeaba.

-no quiero lucas, iván debe pensar que lo odio, y todo es culpa de mamá. no entiendo porqué le molestó tanto enterarse que le gusto a un varón, y que me gusta ese mismo varón.

-mirá, si el pibe éste es tan bueno como me decís vos, te va a entender apenas le expliques la situación; y respecto a mamá, ya entenderá, no es tan mala.

confiaba plenamente en que a su mamá le había tomado por sorpresa la noticia, pero, ¿cambiarlo de escuela? ¿decirle a sus amigos mentiras? era extremo, estaba a punto de mandar a su madre directo a la mierda, si no fuera claro, lucas no se lo permitía.

rodrigo asintió a lo que dijo su hermano, tal vez tenía razón, tal vez debería salir a despejarse un rato, o intentar hablar con el más alto… tal vez ambas opciones.

así fue por el resto del mes de junio, y todo julio, la última semana el universo le sonrió, y se encontró al pelinegro en el centro, estaba usando una campera larga, casi hasta sus rodillas, tenía puesta uno de sus característicos gorros e iba caminando lentamente, admirando las cosas que había en los locales de ropa, joyería, pastelería y más.

¿iba a lograr hablarle?

"little letters and cookies" - carre x spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora