Me lleve una gran sorpresa al ver que la persona que nos atendía en la heladería era nada más y nada menos que Syrinx.
-Rinx, por que trabajas aquí? - la pregunta salió espontáneamente por que Syrinx era la consentida de sus padres, a lo cual ellos ni siquiera la dejaban tener trabajos de medio tiempo porque a ella nada le faltaba en casa, eso solía decir el Señor Westly, padre de Syrinx.
-Es que tuve un pequeño problema y estoy castigada- ella siempre tan risueña, hasta cuando habla de lo peor siempre lo hacía ver de una manera positiva.
- ya veo - le sonreí.
-Bueno, ¿qué van a ordenar? - Syrinx sonrió.
-una copa de helado vainilla con chispas de chocolate para mí por favor, y tu Nesrin? - Vicent pregunto.
-Ella va a pedir lo mismo, ¿cierto Nesrin? - Syrinx sabía cuál era mi sabor de helado favorito, asentí con la cabeza para darle la Razón.
-Bueno en un momento se los traigo - Syrinx se despidió y fue hacer la orden.
-Mira qué casualidad, nos gusta el mismo sabor - Vicent empezó a reír sin llamar tanto la atención, su risa fue contagiosa, así que me uní a ella.
Mientras esperábamos nuestro a helados me percate que en una de las mesas que estaban cerca, una figura masculina se me hacía conocida, como estaba de espaldas no podía ver quién era.
Cuando giró pude darme cuánta que por que se me era familiar, era Daniel, a lo lejos me vio, me guiño un ojo, sonrió para luego seguir haciendo su trabajo.
Tanto Daniel como Syrinx debieron hacer algo grave para que ambos estén en la misma situación de castigó, bueno eso no era algo nuevo, cuando estábamos más pequeños ellos y Darkson solían meterse en muchos problemas por sus travesuras y siempre los terminaban castigando.
Syrinx se acercó a nuestra mesa trayendo dos copas de helados con los sabores que habíamos pedido hace rato, se veían deliciosos.
Cuando intentaba llevarme una gran cucharada de helado a la boca, un poco de este callo sobre blusa, tome algunas servilletas y trate de limpiarlo, bueno después del intenso intento de limpieza, quedó una mancha regular en mi camiseta, a la cual no le iba a dar importancia, hasta que Vicent se empezó a reír.
-Es enserio Vicent - me limité a cuestionar.
-Perdón, es que te veías tierna intentando limpiar la mancha - respondió Vicent mientras se llevaba una cucharada de helado a la boca.
-Veamos si a tú también te ves tierno - estiré la mano y le moví la cuchara, eso ocasionó que callera un poco sobre su camiseta.
-No Nesrin - se empezó a reír y yo igual, está vez algunas personas de otras mesas voltearon a vernos, nos quedamos en silenció con una mirada sería, pero otra vez empezamos a reír por la escena.
Seguimos con nuestra degustación hacia nuestros helados hasta que mi celular empezó a sonar.
-hola, que paso? - pregunte por el celular.
- ¡¿En cuál de todas las heladerías estás Nesrin ?!- La voz de Aleksander sonaba un poco exaltada.
-por qué? - traté de mantener la calma por el tono que utilizo.
- ¡Cielos Nesrin, envíame tu Dirección Rápido, Darkson pasara por ti! - ok, en verdad estaba alterado.
-De acuerdo, deja de gritarme, ahora se la envío - y sin nada más colgó la llamada.
No podía pensar en nada, era la primera vez que Aleksander llamaba se esa manera y en verdad sonaba alterado.
-Todo bien Nesrin? - Vicent pregunto algo preocupado.
-no lo sé, mi hermano acaba de llamar, Darkson pasara por mí en unos minutos y no se para que - respondí.
Miré por la ventana y pude ver que el auto de Darkson acaba de aparcar al frente de la calle.
-Lo siento, tengo que irme, luego te hablo - tome mi celular y me levanté del asiento y salí de la heladería hacia el auto de Darkson.
-Tu sabes que le pasa a Alek? - pregunte a Darkson mientras me ponía el cinturón de seguridad.
-Mantén la calma de acuerdo, tu madre acaba de tener un accidente- esas palabras bastaron para que todo mi mundo se viniera abajo literalmente.
[...]
Mis piernas caminaban solas por los pasillos del hospital, tenía la vista nublosa a consecuencia que estaba reteniendo las lágrimas que querían brotar de mis ojos, Darkson me tomaba del brazo tratando de que siguiera caminando hasta llegar con Aleksander.
Volví a sentir la sensación de pánico cuando vi que cayó al piso y empezó a gritar, la enfermera que estaba a su lado trato de calmarlo, entonces me quedé estática en mi lugar, el cuerpo se me heló por completo y las lágrimas que hace instantes trataba de calmar salieron sin más.
Aleksander se percató de mi presencia a algunos metros de él, se incorporó del piso y se acercó rápidamente hasta donde yo me encontraba.
-Lo siento Nesrin...- No, no, no quería que continuará la frase, cerré con fuerza los ojos y me aferre a su brazo- Mamá acaba de Fallecer.
Trate de asimilar aquellas palabras que acababa de pronunciar, pero no podía, el mundo se había quedado todo silenció, tenía miedo, Frío y sobre todo estaba a punto de caer.
De caer en un precipicio sin salida y sobre todo no había donde amortiguar mi caída, La persona que me dio la vida, la que ayudó en muchas cosas, mi compañera de vida, acabada de ir se, se fue muy lejos y lo que más dolía era saber que ya no volvería a escuchar su voz, ya no la vería sonreír, todos los momentos y experiencias que pase con ella se volverían solo recuerdos, se bien que tal vez no fui la mejor hija del mundo con ella, pero ella me amaba con mis defectos y rarezas.
Daría lo que fuera para verla con vida unos minutos más y despedirme, decirle cuánto la quiero.
Ya no aguante más y empecé a llorar y a Golpear la pared, no quería escuchar a nadie, no quería que se me acercarán a pedirme que me calmara, por qué, no lo iba hacer, tenía demasiados sentimientos que trataba de oprimir, pero ninguno de estos se iba a quedar tranquilos y Aleksander apoyaba mi posición.
Mi hermano me abrazó con fuerza y ambos caímos al piso a continuar nuestros llantos sin consolación.
[...]
No recuerdo cómo llegué hasta mi habitación, me quedé dormida en el piso del hospital mientras lloraba, y ahora me encontraba en mi cama, las cortinas de la ventana de mi habitación se encontraban cerradas y la habitación se encontraba fría y sombría.
Al lado derecho de mi velador yacía una foto donde estaban mis padres y mi hermano junto a mí, ver a mi madre sonreír en aquella foto, solo hizo que mi llanto volviera aparecer.
Tocaron a la puerta de mi habitación, vi ingresar a mis amigos.
Todos me abrazaron y se quedaron a consolarme, Magnus trajo mis magdalenas favoritas, pero lamentablemente no tenía nada de apetito en esta situación.
Carmen entró a la habitación trayendo me un poco de agua, puede notar claramente que ella también tenía los ojos hinchados por llorar.
-Carmen, Viste a mi padre - hasta ahora no lo había visto, y de seguro él la estaba pasando peor, ya que el ultimo recuerdo que tengo de ellos juntos es cuando discutían esta tarde.
-El señor Francell y el joven Aleksander están tratando el asunto de la funeral señorita- Carmen empezó a llorar y yo en levanté de la cama para ir a abrazarla.
Mis amigos se quedaron un largo rato junto a mí, pero yo solo quería llorar, quería imaginar que estaba teniendo una pesadilla, de la cual en algún momento iba a despertar, que mamá fue a uno de sus viajes de trabajo y que tal vez pronto regresaría a mi lado.
Pero también sabía cuál era la cruda verdad y eso dolía más, Llore sin descanso, hasta que poco a poco los sonidos de mi habitación llegaron a sonar distantes y mis ojos se empezaron a cerrar, otra vez me estaba quedando dormida y quería ya no despertar.
ESTÁS LEYENDO
Lo siento, pero ya es Tarde✔️
Teen FictionDudas, desconfianza, falta de sinceridad... Esas palabras quedan muy cortas entre las familias Morelli y Francell. Nesrin Francell una chica risueña y soñadora que dañaron de pequeña tendrá que mantenerse firme y segura de si misma durante todo ese...