—¡Salud! Por... por haber terminado el semestre —dijo Sunoo, alzando su vaso. Claro, aquel brindis era solo una excusa para poder tomar otra copa, y quienes estaban con él claramente lo sabían, pero era la excusa perfecta para ellos también, por lo que levantaron sus vasos.
—¡Salud! —corearon. Aquel ya era como el quinto brindis que hacían, así que decir que estaban un poco pasados de copas, probablemente se quedaba corto.
Entre sus bobas risas producto del alcohol, y justo cuando las botellas comenzaban a quedarse sin contenido, el timbre sonó, causando que los tres se girasen a ver —¿Ese fue el timbre?
—Sí, fue el timbre —asintió Sunoo, luego los tres se encogieron de hombros. Honestamente, no estaba en sus prioridades atender a nadie en ese estado.
—Salud —volvieron a corear —por el timbre —los tres rieron, chocando sus copas nuevamente, pero el timbre volvió a sonar, y entonces no parecieron tener opción.
—Si no es el repartidor con alcohol, entonces voy a morder a quien sea que esté tocando el timbre —informó Sunoo en una especie de extraña amenaza, alzando la voz para que tanto sus amigos, como quien estuviera afuera, escucharan. Entonces abrió la puerta, encontrándose con su vecino y sus amigos, los mismos que había visto hace solo un par de horas, antes de que estuviera entrada la noche.
—¿Me vas a morder? Porque morder a los vecinos es de mala educación —informó Sunghoon, con diversión. —No ayuda con la convivencia entre vecinos —Sunoo en situaciones normales hubiera sentido mucha vergüenza, pero el alcohol en su sangre era demasiado como para sentir algo que no fuese constante alivio.
—No es de mala educación en todas las situaciones, si es que sabes de lo que hablo —dijo, y claro que todos captaron de inmediato el doble sentido de esa frase —Con gusto te lo demostraría, pero no creo que hayas venido por eso.
—Necesitaba hablar contigo —respondió, dándole la razón —Pero veo que estás ocupado, así que será mejor que vuelva mañana.
Sunoo de inmediato negó, ahora curioso sobre aquello de lo que quería hablarle. Sus amigos se asomaban detrás de él, desde la sala de estar, igual de intrigados que Sunoo.
—No estamos ocupados
—De hecho, estamos perfectamente bien —Jungwon habló por primera vez, captando la atención de todos. Si Sunoo estaba borracho, el chico lo estaba el doble, y con solo aquellas palabras resultó más que evidente
Por lo mismo, Sunghoon pareció dudarlo —¿Seguros?
—Totalmente —se hizo a un lado y los cuatro chicos pasaron. Jay se sentó de inmediato junto a Jungwon en el suelo y lo besó cortamente, ya que eran pareja hace ya casi cuatro años, y el resto de los chicos se repartieron en los sillones de la pequeña sala de estar.
—Bueno... Esta va a ser una conversación algo extraña —avisó Sunghoon, pasando una mano por su cuello algo nervioso, esperando que aplicar el dicho "el que avisa no traiciona" fuese suficiente como para que la extraña conversación no lo fuese más aún.
—Entonces es un buen momento, porque estoy tan borracho, que nada parece tan raro —admitió el chico por el que Sunghoon había salido de su departamento, sentándose en las piernas de Heeseung, pues ya no quedaba espacio en los sillones, y con la cantidad de alcohol en su sistema, permanecer de pie no era una opción.
—Mira, yo... Quería saber si podías hacerme un favor —finalmente delató sus intenciones —uno muy grande —admitió
—Lo que sea, todo es posible... —dijo Sunoo muy seguro, pues se sentía especialmente en deuda con el mayor.
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1. LIKE A BOYFRIEND - SUNGSUN (EN EDICIÓN)
Fanfiction«"Si no llegas con una pareja a la cena de navidad, quedarás oficialmente desheredado" ese había sido el ultimatum que Sunghoon recibió. Estaba cansado de sus padres, y que mejor forma de joderlos que llegar con una pareja a la cena... Un hombre» AS...