1. LIKE A BOYFRIEND - SUNGSUN (EN EDICIÓN)

13 - I'll Paint Them

Luego de ir a casa de los padres de Sunghoon, habían vuelto de inmediato al departamento, y tan pronto como Sunghoon cerró su puerta, Sunoo salió corriendo a comprar todo lo que necesitaba.

Sunoo acostumbraba a pintar a lápiz, o en óleo, pero el óleo tardaba en secar mucho tiempo, muchos no lo sabían, pero el óleo realmente tarda casi un año en secar por completo, y si él quería poder pintar lo que tenía en mente y entregarlo, no podría hacerlo con óleo, así que llegó a su casa con un gran lienzo y muchos acrílicos.

Fue así que se metió en esa labor de la que nadie sabía, pues se dedicaba a avanzar en los tiempos en que se encontraba solo, o sea cuando no salía con Jay y Jungwon, o cuando no estaba con Heeseung, o cuando no estaba teniendo citas falsas con Sunghoon, que por cierto, era una maravilla, pues pese a ser una relación falsa, las cosas con Sunghoon eran geniales.

El único enterado de su proyecto era Jungwon, y él era quien se encontraba con Sunoo cuando el chico, después de dos intensas semanas, terminó de pintar de forma realista a los abuelos de Sunghoon

—¿Crees que entregar la pintura sea una buena idea? —Preguntó mientras miraba el cuadro, mordisqueando su pulgar con nerviosismo 

—Claro que lo es, es un detalle muy lindo, la pintura parece una foto y seguro con esto logras evitar que al viejo le de un infarto y muera por tener que colgar la foto de ustedes dos —respondió Jungwon, quien no solo sabía sobre la pintura, sino que sabía cada detalle de lo que había pasado con Sunghoon

Aquello terminó de convencerlo, por lo que fue a bañarse, se arregló y se armó de valor para marcar el número de Sunghoon, cosa que siempre era al revés, pues el que solía armar los planes, las salidas, las citas, era Sunghoon, y Sunoo se sumaba

—¿Está todo bien, Solcito? —contestó Sunghoon, quien ahora lo llamaba así: "Solcito". Sunghoon se notaba preocupado por la repentina llamada

—Sí, perdón por preocuparte —dijo soltando una suave risita —¿Estás ocupado?

—No, estoy en mi día libre. ¿Quieres salir a algún lado?

Sunoo asintió aunque Sunghoon no lo pudiera ver —¿Puedes llevarme a casa de tus padres?

Aquello confundió mucho a Sunghoon. Era raro que él pidiera ir, mucho más que lo pidiera el menor —¿A casa de mis padres? ¿Para qué quieres ir ahí?

—¿Confías en mí?

—Sí —respondió sin dudar ni un solo segundo, entonces Sunoo volvió a pedir

—¿Puedes llevarme a casa de tus padres?

—Está bien, estaré en tu puerta en diez minutos —informó, y tal como lo dijo, cumplió. En diez minutos estuvo en su puerta, y luego de cuarenta más ambos estuvieron en la puerta de la casa de los padres de Sunghoon

Para suerte de Sunoo, quien abrió la puerta fue el padre de Sunghoon, para desgracia de Sunghoon quien abrió fue su padre, verlo nunca era algo agradable, ya debía soportarlo como jefe, como padre aún más

—¿Qué hacen aquí? —la pregunta, como siempre, fue dirigida a Sunghoon, pues el hombre raramente se dirigía a Sunoo

—No tengo idea —confesó a su padre —Estamos aquí por idea de Sunoo

Entonces Sunoo dio un pequeño paso al frente —Tengo algo que darle. ¿Podemos pasar? —pidió de forma amable, con el hombre mirándolo con desconfianza

—Solo al pasillo —accedió, y así hicieron. Sunghoon y Sunoo caminaron dentro de la casa hasta el punto que el dueño de la casa lo permitió, que fue, para suerte de Sunoo, justo hasta aquel pasillo que contenía todos los cuadros de pareja de la familia

Sunoo y Sunghoon sabían que su cuadro no estaba colgado ahí, pero a ninguno le molestaba, era de esperarse, Sunghoon sabía que no iba a colgarlo desde que tuvo la idea de tomar las fotos, de hecho, no le sorprendería si lo hubiera tirado incluso a la basura

—Tome —dijo, tendiendo el regalo, el cual estaba envuelto, haciendo imposible el saber qué era

—¿Es otra foto de ustedes? Porque creo haber sido suficientemente claro todas estas veces, ni en sus sueños voy a colgar ese cuadro en mi pared 

Sunoo soltó una risita —No, no es otra foto de nosotros. No tuve la oportunidad de darle un regalo de navidad cuando lo conocí, pero mi padre decía que nunca era tarde para los regalos, así que aquí está 

Sunghoon y su padre intercambiaron miradas confundidas antes que el hombre tomara el regalo con desconfianza, y que de la  misma forma empezara a quitar el papel de regalo, descubriendo poco a poco qué era lo que tenía en sus manos

El mayor quedó anonadado al ver lo que era, por momentos llegó a dudar si era real. Tenía frente a él la única foto que le quedaba de sus padres, en grande. Tardó unos segundos en caer en cuenta que era una pintura, pues estaba pintada con sumo detalle, tanto que si se miraba con algo de distancia, fácilmente podría pasar por una foto. Los ojos del hombre de inmediato se llenaron de lágrimas y eso provocó una cálida sonrisa en Sunoo

Sunghoon estaba más confundido ahora, pero sabía que lo que Sunoo le había dado no era algo malo, pues tenía en su rostro esa cálida sonrisa que tenía cuando hacía algo bueno, esa sonrisa que, con las semanas, había llegado a adorar.

—Se que tardé un poco, pero creí que querría tener a sus padres en la pared también —habló Sunoo con voz suave, con aquella voz con la que se le habla a quien está llorando

El hombre bajó la cabeza con lágrimas corriendo, luego de unos segundos secó su rostro, aclaró su garganta y puso su mano libre en el hombro de Sunoo, mirándolo  —En serio te lo agradezco

Sunoo no esperaba aquello, de hecho, no esperaba recibir ninguna reacción de parte del hombre. Sunoo simplemente le sonrió en respuesta mientras Sunghoon caía en cuenta de lo que le había regalado, provocando que sus ojos se llenaran de lágrimas también

Sunghoon no lo entendía. ¿Cómo era posible que Sunoo fuese tan bueno? En realidad, ¿Cómo alguien, en general, podía ser tan puro, dulce, tan perfecto?

—Solo quería venir a dejarle eso —entonces buscó la mano de Sunghoon y entrelazó sus dedos —Nos vemos pronto —se despidió y arrastró al mayor junto a él fuera de la casa.

Tan pronto como la puerta se cerró tras ellos, Sunghoon se lanzó a abrazar a Sunoo con fuerza, sorprendiendo al menor, quien tuvo que procesar el abrazo antes de poder corresponder —¿Está todo bien? —preguntó, preocupado, Sunghoon asintió.

—Le hiciste ese regalo por más que te haya tratado mal todas estas veces, porque sabías que sería algo importante para él, pero no creo que entiendas lo mucho que eso ha significado para él —admitió, y Sunoo sonrió, feliz por aquello, saber que estaba haciendo feliz a alguien en definitiva lo ponía feliz también. Sunghoon se separó de Sunoo para poder mirarlo —Creo que nunca lo había visto llorar así en toda mi vida —admitió

Sunoo sentía calidez en su pecho, en serio estaba feliz —Realmente me alegra que haya sido una buena idea, por un momento temí que fuese a enojarse 

Sunghoon negó con una pequeña sonrisa y comenzó a acariciar la mejilla de Sunoo suavemente, provocando que el menor cerrara sus ojos y pegara su rostro a la mano que lo acariciaba

—Gracias —agradeció el mayor. Sunoo abrió sus ojos para poder mirarlo con una dulce sonrisa 

—No hay porqué agradecer —dijo sincero. Entonces Sunghoon se comenzó a acercar lentamente al rostro contrario, algo que nunca había hecho si no había alguien mirando. Eso habían acordado, las muestras de cariño eran en público, para aparentar, pero por dios, Sunghoon en serio quería besarlo en aquel momento. Sunoo quería besarlo también, pero el mayor se alejó antes que sus labios se tocaran, avergonzado, pues no sabía si aquello iba a incomodar al menor. Lo mejor sería no hacerlo, al menos eso creía