Taehyung se encontraba dormido en el sofá de su casa. Aquella noche se la pasó mirando series para intentar eliminar los malos pensamientos que llegaban a su mente. Afortunadamente, era el único día que se había perseguido desde que volvió a estar con Jungkook. Si pensaba en él, era para preocuparse si estaba durmiendo o comiendo bien, o para recordar su linda sonrisa que lo hacía parecer más tierno de lo que era.
El timbre sonó y se asustó, despertando de inmediato y quejándose por el dolor de cuello que recibió al moverlo. Se levantó y guardó los paquetes de comida sobre la mesa. El timbre volvió a sonar y maldijo en voz baja, apretando el botón del teléfono por el que podría hablar con quien sea que estuviese abajo.
—¿Quién es? —preguntó, para luego bostezar.
—¡Jungkook~!
—¡Jungkook! ¿Qué haces?
—¡Ábreme!
Taehyung no supo que pensar y fue al baño a lavarse los dientes. Se peinó el cabello y se puso una remera que no tuviese olor a Doritos. Lavó su rostro y bajó por las escaleras, casi tropezando debido a la rapidez con la que quiso bajar. Abrió la puerta de la recepción y notó a Jungkook, con una enorme sonrisa en el rostro.
—¡Kookie! —exclamó, abrazándolo. Había pasado otra semana más desde que hablaron.
—Hola, bonito —susurró el menor, acariciando la espalda del contrario—¿Cómo has estado?
—Bien, estaba durmiendo ¿Qué haces aquí?
—Ya terminé todo, me quedo.
—¿¡De verdad, no faltan otras semanas!?
—Shh, no grites —sonrió Jungkook, con ternura debido a la emoción que desbordaba a Taehyung—. Sí, aceleramos el proceso pero no dije nada porque no estaba seguro si podría volver antes. Ayer regresé pero estuve con Jihyun, lo siento.
—No me pidas perdón, pasa, pasa.
Taehyung tomó la mano de Jungkook y lo guió hacia su departamento, aunque ya había ido. Entraron al hogar del mayor de ambos y Taehyung abrazó el cuello del chico, cerrando la puerta y sonriendo. Jungkook envolvió la cintura del castaño con sus brazos y dejó un casto beso en su boca.
—¿Has estado bien, Tae? —Jungkook preguntó con preocupación a lo que el otro asintió, sin borrar la sonrisa de su rostro.
—Nunca me he sentido mejor ¿Y tú cómo estás?
—No me quejo, tengo esta semana libre y luego vuelvo a trabajar.
—Te extrañaba.
—Pero nos hemos visto antes de que me vaya, y hablamos un poco.
—Sí, pero... es distinto. Porque ahora sé que si estoy contigo no tengo que pensar en que no te volveré a ver por un tiempo largo.
—Lo sé.
Jungkook se inclinó ligeramente y pasó su lengua por el labio inferior de Taehyung, haciendo que su boca se abra ligeramente para poder besarla a gusto. El castaño se dejó llevar al sentir el beso suave y delicado del otro, ladeando su cabeza a un lado y acariciando su cabello negro con sus dedos.
Taehyung sonrió durante el beso al sentir las manos de Jungkook escabullirse por debajo de su remera y acariciar su abdomen y cintura. Tomó sus brazos, sin quitarlos de su cuerpo y lo empujó sobre el sillón, para sentarse a horcajadas con ambas rodillas a los lados de la cintura del azabache, quien soltó una risa algo ronca y se separó para mirarlo.
—Mhm, quería decirte algo —susurró Jungkook, sin poder dejar de besar los tan apetecibles y esponjosos labios del castaño—. Mhm, basta.
—Tú eres el que sigue.
—Aish. Bueno, como te decía. Adivina quienes se casarán.
—... ¿Quiénes?
—Seokjin y Yoongi.
—¿Seokjin tiene novio? Lo había olvidado por completo.
—¡Claro que sí! —chasqueó la lengua, soltando una risa—. Bueno, la boda de ambos es en dos meses y Seokjin quiere que vayas. Yo quiero que vayas conmigo.
—¿En serio? Eso es hermoso —Taehyung sonrió, colocando ambas manos en el pecho de Jungkook—. Por supuesto que iré, me encantan las bodas.
—¿De verdad?
—¡Sí! Son súper lindas, además es muy emocionante ¿Te cuento un secreto? —dijo y el azabache alzó las cejas.
—Dime.
—Cuando era pequeño siempre jugábamos, Jimin y yo, a que estábamos en una boda. Arreglábamos la casa, todo y nos vestíamos. Yo siempre era la novia porque amo las flores.
—Eso es tan tierno —dijo Jungkook, acariciando la mejilla de su no-novio—. A mí nunca me gustaron.
—Qué sorpresa.
—Oye... Tal vez podemos jugar un día a tener nuestra propia boda —habló Jungkook, a lo que Taehyung sonrió y asintió.
—¡Sí! Yo tengo aún los adornos que usábamos y las cosas que vestíamos, dudo que nos entren pero es tierno.
—Ah... bueno.
Jungkook sonrió, notando la emoción de Taehyung al explicarle como hacían todo y como decoraban la casa con adornos nupciales. Mordió su labio inferior, prestando atención pero a su vez siendo totalmente ajeno a lo que le decía.
Por su mente solo pasaba la imagen de Taehyung siendo acompañado al altar y ambos diciendo lo mucho que se amaban y que aceptaban y ansiaban estar juntos hasta que la muerta los separe.
Su corazón se sacudió.
Tal vez las bodas no eran tan malas después de todo.

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Daddy's fear.
FanficJungkook es un hombre cuyo mundo gira en torno al trabajo y a su hija, pero su vida da un giro cuando la pasa a buscar por la escuela y conoce a su nuevo maestro: un chico de sonrisa rectangular y risa contagiosa. [kooktae]