Una semana después, Taehyung aún no se sentía seguro por la decisión que había tomado. Él quería mucho a Seojoon y de verdad lo apreciaba, pero no sabía si de verdad quería regresar a estar con él. Tenían una historia y se habían amado mucho en el pasado, pero tal vez no era lo mismo ahora.
Taehyung salió de su casa y caminó hacia la plaza que raramente no tenía tantos niños como el resto de los sábados. Suponía que era por el frío. Sin embargo, él amaba el clima helado y disfrutaba salir a caminar aunque a veces terminaba con un resfriado. Para él, valía la pena.
Se sentó en uno de los bancos de madera y abrió el libro que tenía en sus manos, intentando concentrarse para seguir leyéndolo. Pero su atención fue a otro lado cuando escuchó una risa chillona y bastante reconocible. Vio a Jungkook haciéndole cosquillas a su hija con una enorme sonrisa mientras ella se carcajeaba y pataleaba. Jungkook comenzó a reírse con ella y Taehyung se convenció de que ese era el sonido más hermoso del mundo.
—¡Vamos, vamos! —insistió la pequeña, tomando la mano de su padre y ambos corrieron a unos juegos viejos de madera.
Jungkook comenzó a correrla y ella reía y gritaba, mientras intentaba escapar. La escena hizo que el corazón de Taehyung se sacudiese con calidez y sonrió de oreja a oreja. Cerró el libro y siguió mirándolos.
Su preocupación se agrandó cuando notó que Jungkook estaba mucho más pálido de lo que ya lo era y se encontraba delgado, sus pómulos sobresalían y ese abrigo, que antes se pegaba a su cuerpo, ahora hacía que desaparezca. Había adelgazado bastante y eso no le gustó. Sin embargo, disfrutó verlos a ambos jugar como si fuesen las únicas personas en el mundo.
—¡Te atrapé! —Jungkook exclamó, riendo—. Papi está viejo, me voy a sentar. Quédate jugando.
Notó como Jungkook borraba su sonrisa y se sentaba, suspirando. Su mirada se encontraba vacía y notó como su pecho subía y bajaba de manera preocupante debido a que había corrido. Jungkook iba al gimnasio y Taehyung lo sabía ¿Por qué de repente tenía tan poca resistencia?
Suplicó que Jungkook no lo mirara, pero al parecer lo invocó porque sus ojos se encontraron con los suyos y sintió un escalofrío recorrer su espalda. Taehyung mordió su labio inferior y bajó la mirada.
—¡Jungkookie! —oyó a otro chico que se acercó al hombre tan serio y se sentó a su lado.
Comenzaron a charlar y Taehyung se estremeció cuando ese chico volteó a verlo y Jungkook le reclamó por eso. Se levantó y estaba dispuesto a irse, pero escuchó un pequeño grito y observó como el cuerpo de Jungkook se encontraba ahora en el pasto. Se acercó rápido y ese chico, Seokjin, lo miró con sorpresa.
—¿Qué le pasó? —preguntó, mirándolo y Jihyun se acercó corriendo a abrazarlo, vio como ella comenzaba a llorar—. Descuida, cielo, todo estará bien.
—No sé, no está comiendo bien, Taehyung.
—...¿Te conozco?
—No, pero he oído sobre ti —dijo—. Soy Seokjin.
—Ok, Seokjin ¿Tienes auto? —preguntó Taehyung y el rubio asistió—. Vamos a la clínica.
—Bien.
Ambos se levantaron y cargaron a Jungkook, mientras Jihyun cargaba con la mochila que era más grande que ella. Le dijeron que alguno la podía llevar, pero se negó completamente y con sus brazos pequeños la sostuvo como una campeona.
Llegaron al hospital con rapidez y el médico les comentó que iban a internar a Jungkook debido a la deshidratación. Estuvieron de acuerdo y eso hicieron.
Pasó una hora hasta que Jungkook despertó y los miró a ambos. Su expresión cambió cuando vio a Taehyung y lo ignoró por completo.
—S-Seokjin ¿Qué pasa?
—Te desmayaste, cariño —dijo el rubio y Taehyung frunció el ceño ante el apodo—. Estás deshidratado ¿Desayunaste?
—No...
—Pues muy mal, ya hablamos de esto —Jungkook bajó la cabeza ante el regaño y miró a Taehyung, quien le regaló una sonrisa penosa y se acercó.
—Yo mejor me voy —dijo, palmeando el hombro de Jungkook y cuando se dio la vuelta para irse, sintió la mano de éste tomar la suya.
—Quédate un rato más... por favor —pidió el azabache y Taehyung asintió, sentándose junto a Jihyun quien dormía profundamente en un sillón.
—Voy a ver... comprar... voy al baño —murmuró Seokjin y desapareció por la puerta.
Un silencio inundó la habitación y ambos evitaron mirarse. Se quedaron quietos por un minuto y Taehyung suspiró.
—¿Qué paso, Jungkook? —preguntó.
—Sólo... estoy cargando con mucho hace tiempo y... no aguanto —susurró y Taehyung asintió.
—¿E-es por lo de...?
—No, no, por favor. Osea, sí me frustré pero... no es por eso, no. Ya me ha pasado, estaré bien.
—¿Tú crees?
—Sí.
—Jungkook... debes hacer algo por ti —dijo y el nombrado lo miró atento, con los ojos fríos de siempre—. Estás encerrado en una burbuja depresiva y sólo trabajas y cuidas a tu hija ¿Cuándo te dejarás divertirte a ti?
—...
—Sé que no me incumbe, pero no puedes hacerte eso.
—... No.
—Hazlo por ti, por tu hija, por tu... Seokjin, por la gente que te ama —se levantó y se acercó, tomando su mano—. Eres bueno, Jungkook, no te hagas daño.
—Yo... no sé que decir.
—Yo sí. Debo irme porque se me hará tarde para un asunto y no puedo faltar. Mándale saludo a Seokjin y a Jihyun.
Y en cuanto se fue, Jungkook sollozó, colocando una mano en su pecho y suspirando.
Taehyung tenía razón.

ESTÁS LEYENDO
Daddy's fear.
FanfictionJungkook es un hombre cuyo mundo gira en torno al trabajo y a su hija, pero su vida da un giro cuando la pasa a buscar por la escuela y conoce a su nuevo maestro: un chico de sonrisa rectangular y risa contagiosa. [kooktae]