05.

6.8K 720 29
                                    

Cerró la puerta del baño y se miró en el espejo. Acomodó su cabello y lo tiró ligeramente para atrás, luego acomodó su camisa y desabrochó los primeros tres botones, dejando gran parte de su pecho a la luz. Se quitó el blazer y se arremangó la camisa blanca que tenía, dejando a la vista sus antebrazos. Tomó un perfume de su maleta y se colocó un poco en el cuello y en su cabello.

Cuando salió del baño chocó ligeramente con su asistente y ella dejó salir un chillido. La miró y pudo ver que ahora tenía un labial rojo fuerte que llamaba más la atención y pudo ver una pequeña parte de su brasier debido a lo abierta que estaba su camisa negra.

—Señor Jeon —murmuró y Jungkook dejó de mirar sus pechos para mirar sus ojos—. Lo siento mucho ¿Ya se va?

—Regreso en una o dos horas, voy a almorzar y regreso.

—Oh...

—Adiós.

Bajó por el ascensor y volvió a mirarse en el espejo. Hizo una mueca y metió la mano en su bolsillo, sacando de éste una cadena que pronto colgó en su cuello. Se mordió las uñas, ansioso y fue corriendo hacia la puerta apenas el elevador abrió las suyas.

—Señor Jeon, necesito hablar con usted un segundo —dijo uno de los empleados. Hoseok, si no estaba equivocado.

—No puedo, estoy apurado, debo irme —se apresuró a decir pero Hoseok puso una mano en su pecho y lo detuvo.

—Es muy urgente, es sobre la última revista que lanzamos hace una semana.

—Habla rápido —suplicó, moviendo sus piernas impacientemente.

—Rechazaron el diseño, Louis Vuitton la rechazó y tenemos que idear otra portada para mañana.

Jungkook cubrió su rostro con una mano suspiró pesadamente. Fueron de inmediato al sector de diseño y pidió por favor ver la revista que dieron al aire. Nadie la tenía hasta que, en cuanto la encontró, apretó los puños y observó a todos de forma que quisieron huir por sus vidas.

—¿Qué es lo que no les gustó? —preguntó y Hoseok mordió su labio inferior.

—La paleta de colores.

Jungkook volvió a mirarlos a todos.

—¡¿Qué dije de la paleta de colores?! —exclamó, sintiendo como el estrés lo sofocaba y el enojo lo hundía—. Dos veces, dos. Dije que la paleta de colores era la azul y si hubiesen elegido bien...

—¿Y qué si la azul no era la correcta? —preguntó... alguien cuyo nombre nadie nunca se acordaba.

—De hecho —Hoseok habló, mirando de reojo a su jefe—. Ellos dijeron que preferían un tono azul o morado.

—¡Ahí está! —Jungkook se sentó sobre un escritorio—. Todos comiencen a trabajar. Hoseok, dile a Sooyoung lo que sucedió y pídele de mi parte que busque la paleta de los azules en mi escritorio.

—A sus órdenes... —dijo el nombrado y justo cuando estaba dispuesto a irse, frenó y miró al jefe—. También... la foto elegida no les gustó, creen que la del chico vestido de rojo es mejor.

—Nadie en esta empresa sabe trabajar —suspiró—. Quédate aquí, Hoseok, ahora mismo subiré yo. Muchas gracias, eres el único.

—Oh, eh, gracias —sonrió y Jungkook se alejó.

Subió por el elevador y entró a la oficina. Su secretaria se acercó a paso apurado, haciendo que el sonido de sus tacones aguja le irrite más de lo que la situación lo hacía. Le comentó toda la situación y ella asintió con la cabeza. Jungkook estaba dispuesto a ir a su escritorio pero ella sostuvo su brazo y presionó ligeramente su piel. La miró y Sooyoung le regaló una enorme sonrisa, mientras Jungkook solo la miró con el mismo semblante apático de siempre.

—Señor Jeon, usted es muy buen jefe.

—... ¿Necesitas algo? ¿Quieres que aumente tu sueldo? —preguntó, soltándose del agarre y revisando todos los cajones. Ella se mantuvo en silencio y Jungkook la miró—¿Dónde están las fotos para la portada de la revista anterior?

—¿No están ahí?

—No, señorita, no están aquí —dijo, sintiendo su sangre hervir del mal humor que todo esto le generaba.

—En mi escritorio no está, lo ordené recién.

—... Debes estar bromeando —suspiró y se dejó caer en la silla. Cerró sus ojos y masajeó su sien debido a que el estrés le provocaba migraña. Sintió las manos de su secretaria apoyarse en sus hombros y como le daba leves masajes.

—No se estrese, señor —ella susurró.

—...

A Jungkook esta situación le daba mala espina.

Sooyoung se estiró, con sus brazos alrededor del cuello del mayor que se encontraba totalmente incrédulo. Ella comenzó a rebuscar entre los cajones, pero con el rostro de su jefe entre sus brazos. Sus rostros quedaron a centímetros de distancia y la pelirroja lo miró, sonriendo. Jungkook se mantuvo en silencio, sabía muy bien a lo que ella quería llegar y su lengua no funcionaba. Las palabras anhelaban salir y quiso gritarle que se alejase, pero el shock de la situación no lo dejó.

La puerta se abrió, dejando ver a Hoseok quien al verlos cubrió su rostro y abrió sus ojos de la sorpresa.

—¡Dios mío, lo siento! —cerró la puerta y el ruido fuerte de ésta cerrándose, hizo que Jungkook entrara en razón.

—¿Qué haces, Sooyoung? —preguntó, mirándola.

—Jefe...

—No —se levantó—. No, no, no, no. No entiendo qué te hizo pensar que podías hacer eso pero lo malentendiste.

—¡Señor Jeon! —ella exclamó, acercándose cada vez más mientras él se alejaba.

—No, Sooyoung, no —colocó una mano en su hombro y la detuvo, sin usar mucha fuerza debido a que no quería herirla—. Te confundiste. No.

—...

—Esto no es... No —negó con la cabeza.

—Sé que usted lo desea.

—¡Que no! —sentenció, tomando su maleta y su abrigo—. Busca tú la foto y has lo que tengas que hacer, yo ya me voy.

Salió del gran edificio con el corazón en su boca. Estaba perplejo debido a la situación y nunca hubiese pasado por su mente que aquello podía pasar. Observó la hora en su celular y notó como este marcaba 13:05. Maldijo en voz baja y se subió el auto, manejando con indebida velocidad para llegar a la escuela a tiempo. Se bajó del Mercedes y buscó con su mirada a Taehyung, pero no lo encontró.

Cubrió su rostro y ahogó un grito.

La había cagado.

Daddy's fear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora