Niño bendito

2.2K 101 86
                                    

En la sala del purgatorio se encontraban el espadachín Cecilus y Vega frente a frente y sentados en un sofá y en un sillón respectivamente, teniendo en medio de ellos una mesa de piso que tenía un tazón lleno de patetes al vapor junto con un plato mayonesa a un lado.

Vega: realmente es sorprende como el tío Halibel logro ganarle a un general divino.

Cecilus: sí, sí, pero yo también podría haberlo hecho. En poder estamos más o menos al mismo nivel.

Vega: lo sé, pero hay algo que me llama la atención.

Cecilus: haber, dímelo.

Vega: ¿Quién de los dos es más fuerte?

Cecilus: para saber quién de los dos lo es lo mejor sería una pelea a muerte.

Vega: hmm... ¿es necesario eso?

Cecilus: los dos tenemos diferentes formas combate, él no podría compararse con mi habilidad con la espada y yo no podría hacer las mismas técnicas shinobis que usa.

Vega: entiendo... aunque sabes, creo que en una pelea supongo que el tío Halibel tendría una ventaja pese a tu velocidad, ya que creo que si dejara alguna trampa en el suelo con una maldición y tú la pisaras mientras corrieras no importaría el resultado futuro, poco a poco tus energías serian cada vez menos hasta que no puedas más.

Cecilus: hump. ¿crees que él podría derrotarme?

Vega: no, ese es improbable. Si se trata de una pelea con tus espadas entonces tú tienes una gran ventaja, sin embargo, su habilidad de pelea de cuerpo a cuerpo es muy buena. Si el fuerte de un espadachín es su habilidad con la espada entonces planearía una estrategia para quitarle el arma. No digo que tu llegaras a perder contra él, solo son teorías de un pequeño niño, nada más, no te lo tomes a mal.

Cecilus: esa es una buena deducción para un niño de tu edad.

Vega: ese talento innato seguramente lo heredé de mi madre. Dudo mucho que mi padre sea capaz de transmitirme algún tipo de talento.

Aunque este niño de pelo rosa le daba el crédito a su madre de esa cualidad no era del todo cierto, pues si, gracias a la sangre oni sus conocidos aseguraban que este niño sería un buen guerrero, pero esa habilidad de pensar suya era mayormente por que vivió con mercenarios con nombres reconocidos, aunque estos decidieron enseñarle lo que sabían en secreto, más por la madre del niño que por el mismo rey.

No solo Cecilus y Halibel, había varios mercenarios a los servicios del rey en este lugar, algunos de ellos solo lo seguían por dinero, otros por admiración y respeto, siendo estos los que esperaban grandes cosas de quien consideraban como el heredero del trono del rey de la purga.

Cecilus: ¿no te cansas de decir que menosprecia a tu padre?

Vega: mi honestidad forma parte de mi encanto al igual que como lo hace mamá.

Cecilus: si claro... - dijo con una mirada entrecerrada.

Después de decir eso Vega tomo una patete del tazón de las tantas que había para después tomarse su tiempo para pelarla.

Cecilus: ¿es que acaso no te aburres de comer esas cosas todo el tiempo?

Vega: son mi comida favorita, aunque no se comparan a las que hace mamá están son aceptables para mí. – dijo mientras le quitaba la cascara.

Al tenerla peleada sumerge la patete en el plato con mayonesa.

Vega: ohh, esto es algo a lo que puedo llamar manjar.

Cecilus: decir que una patete es un manjar solo por ponerle mayonesa es algo que solo tu podrías decir.

Vega: ungh. – hizo un sonido de disgusto. – no me sorprende que no seas capaz de reconocerlo.

Re:Zero oboreru fanfic "Re:Ahogándose en la ira desde cero"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora