𝙾𝙽𝙴 𝙼𝙾𝚁𝙴 𝙼𝙸𝚂𝚃𝙰𝙺𝙴 - [𝙻𝙸𝚂𝙾𝙾]

ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 𝟘𝟜.

MINUTOS ANTES.

Lisa soltó un sollozo en cuanto entró en su departamento. Se llevó la mano a la boca, tratando de silenciar los que comenzaban a salir de su boca y no llamar la atención de la pareja dentro de su casa.

Sin embargo, Jennie apareció en su campo de visión  con una sonrisa risueña en el rostro que se fue borrando poco a poco al notar el aspecto de la tailandesa.

—¿Qué paso? – preguntó, caminando hasta Lisa y parándose frente a ella, tomando su rostro con sus manos para hacer contacto visual.

—¿Ya llegó Lisa-yah? – escuchó la voz de su mejor amiga y segundos después, la rubia apareció.

Chaeyoung frunció el ceño, caminando de inmediato hacia Lisa y atraer su atención. Jennie se hizo a un lado, dejando a su novia frente a la tailandesa.

—Lisa, ¿qué pasó? – preguntó, dejando de sus ojos vagaran por el rostro y el cuello, sin embargo, no notó nada extraño.

Y Lisa comenzó a hablar, soltando aquel peso en los hombros que tenía desde hace días, desde la vez que encontró a droga en el apartamento de Jisoo hasta lo que había sucedido aquella mañana, incluyendo lo que Irene le había dicho.

Y Chaeyoung se enojó.

A este punto de su vida, a tan solo un mes luego de su divorcio, Jisoo se había hecho más hija de puta de lo que ya era y por eso había decidido tomar distancia de ella, también para evitar que Jisoo golpeara a Jennie cada vez que la viera.

—Vuelvo dentro de un rato. – dijo en cuanto Lisa terminó de hablar. Jennie la miró de inmediato con el ceño fruncido.

Y sin más, se fue de allí, dejando a Jennie y a Lisa mirándose la una a la otra.

—Déjame pasar. – exigió Chaeyoung, haciendo el intento de entrar en el apartamento, sin embargo, Jisoo se interpuso.

La rubia miró a la castaña de arriba a abajo con atención, notando por completo a lo que Lisa se refería en cuanto le dijo que su ex-esposa había bajado mucho de peso. También notó los raspones en los nudillos, sin embargo, aquello no le preocupó tanto. Los ojos y la punta de la nariz de Jisoo estaban irritados y la mano de la mayor había ido a parar a la nariz al menos tres veces desde que Chaeyoung estaba allí.