ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 𝟘𝟚.

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A la mañana siguiente, en cuanto Jisoo abrió los ojos, un dolor explotó en su cabeza, como si le hubieran golpeado con un bate y hubieran sacudido todo allí dentro

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A la mañana siguiente, en cuanto Jisoo abrió los ojos, un dolor explotó en su cabeza, como si le hubieran golpeado con un bate y hubieran sacudido todo allí dentro. Cerró sus ojos con fuerza, llevándose la mano a la cara para intentar que la excesiva claridad de su habitación llegara a sus ojos.

Sin embargo, unas fuertes náuseas invadieron su cuerpo y gracias a un impulso, su cuerpo rodó en la cama y sacó su cabeza, mirando al suelo. Un líquido blanco salió expulsado por su boca, ocasionando que su cuerpo se sacudiera con fuerza debido al esfuerzo que hacía para sacar todo de su interior.

Tardo unos minutos hasta que nada más salió de su boca. Abrió levemente los ojos, logrando notar una cubeta ubicada estratégicamente en ese lado de la cama. Elevó la cabeza, mirando a la mesita de noche en dirección al reloj de muñeca que se encontraba allí. Eran más de las 10:00 AM.

Volvió a rodar en la cama, limpiándose alrededor de la boca con la manga de la sudadera que llevaba puesta, mientras que el otro brazo de lo llevaba al rostro y se cubría los ojos, tratando de aliviar su fuerte dolor de cabeza.

—¡Pasta! – llamó inconscientemente. Su garganta estaba seca, lo que le causaba una gran incomodidad. Gruñó en cuanto no recibió respuesta. — ¡Chae-! – y ahí fue cuando recordó todo lo que había sucedido en el último mes con su ex-esposa.

Gruñó, sintiéndose una total estúpida por tener ese maldito hábito que estaba comenzando a odiar. Ignorando lo anterior, se obligó a sí misma a abrir los ojos antes de girar a ver su mesita de noche y notar un vaso de agua al lado de una cajita de aspirinas.

Soltó un quejido al sentir su cuerpo más pesado de lo normal, pero realmente no le importó. Sin embargo, aquella sensación duró demasiado. El alivio invadió su cuerpo en cuanto el agua llegó a si garganta. Soltó un suspiro de alivio, dejando la suficiente agua en el vaso antes de dejarla de lado y tomar un par de aspirinas y meterlas en su boca, tomando de nuevo el vaso y tragarlas sin ninguna dificultad.

—¿Jisoo? – escuchó. Su mirada viajó hasta la puerta, viendo cómo está se abría y dejaba ver a Lisa.

La mayor frunció el ceño, arrepintiendose de inmediato en cuanto su dolor de cabeza se intensificó.

—¿Qué haces aquí? – preguntó, confundida, sin embargo, el tono en que lo hizo no fue el mejor. Lisa bajó la mirada por algunos segundos y entrelazo sus manos, comenzando a jugar de forma nerviosa con ellas. Jisoo se dio cuenta y se aclaró la garganta. — Lo siento, pensé que estaba sola aquí.

—Yo... – fue lo único que dijo Lisa, organizando sus pensamientos y no revelar nada sobre su conversación con Irene el día anterior. — Vine ayer, la chica con la que estabas iba de salida así que entré. – explicó, sintiendo una pesadez en su estómago en cuanto recordó aquello. — Estabas en el sofá, casi que inconsciente.

Jisoo asintió sentándose en la cama. Miró al suelo, buscando sus pantuflas para levantarse de la cama. El silencio se instaló en su habitación, Lisa miraba fijamente a Jisoo mientras que está última sentía la penetrante mirada de la tailandesa sobre ella, sin embargo, a su mente no llegaba algo que fuera lo suficientemente bueno como para decirle.

𝙾𝙽𝙴 𝙼𝙾𝚁𝙴 𝙼𝙸𝚂𝚃𝙰𝙺𝙴 - [𝙻𝙸𝚂𝙾𝙾]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora