.*🐺・゚𝓒𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝓣𝘳𝘦𝘴

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Cuando aquellos Seis chicos hicieron acto de aparición en la gigantesca puerta, una ola de suspiros no tardaron en llegar por los omegas cautivados por la magnífica vista que le dio la madre luna

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Cuando aquellos Seis chicos hicieron acto de aparición en la gigantesca puerta, una ola de suspiros no tardaron en llegar por los omegas cautivados por la magnífica vista que le dio la madre luna. Bendita sea ella al dejar que seis Alfas de sangre pura estén en la misma universidad.

Por otro lado, la mayoría de alfas -ya que había algunos que sí les interesaban- no parecían tan contentos y a gustos con su presencia, se notaba por la manera en que gruñían a lo bajo, e incluso soltaban sus feromonas agrias queriendo lucir intimidantes, cosa que para los otros seis les parecía un acto patético. ¿Acaso quieren demostrar que son mejores que ellos? En sus sueños.

Algunos betas -Tanto nuevos como antiguos- estaban en la mismas condiciones que los omegas, y si tuvieran la posibilidad de que sus feromonas fueran más intensas y no casi inexistentes para él olfato de cualquiera, seguramente también los soltarían, como justamente la mayoría de omegas soltaban tratando de llamar la atención de aquellos Alfas puros. Un aroma dulce y atrayente que solo los omegas eran capaces de tener.

Sin embargo, no todos estaban al igual que el resto; otros solo querían huir, y a pocos les daba igual tener su atención.

Pero eso si, nadie era capaz de apartar la mirada y dejar de ver aquella escena salida de dorama que montaban aquellos imponentes alfas de sangre pura. Incluso se escuchaban aplausos y alabanzas hacia ellos. Parecía una pasarela; ellos los modelos, la cafetería su escenario y los demás, los invitados que tenían en honor de verlos.

Mientras muchos fantaseaban con ellos, el grupo de seis se enfocaba en ir a su propia mesa que estaba excluida de las demás, ubicada en una esquina junto al gran ventanal con vista a las maravillosas áreas verdes que ofrecía la Universidad Nacional de Seúl.

Al ser alfas bendecidos por la madre luna al portar sangre pura, uno de las cosas que aumentaba al ser puros eran sus feromonas, que si bien no eran diferentes al resto; dulces (o suaves), agrios y florales (cuyos destinados solo pueden olerlos). Sus feromonas eran una explosión para el olfato de cualquiera, y era gracias a la gran cantidad de feromanas que enmendaban.

El alfa mayor del grupo, un adolescente de hombros anchos y una altura de 1.80, portando ojos redondos de color marrón, labios gruesos en forma de corazón y cabello lacio y suave de color negro.
Ha distinguido de todos los par de ojos que habían en la cafetería, una mirada completamente diferente a lo que los demás querían transmitir hacia él. No sabía cómo identificarla, pero lo que si sabía, era que lo atraía de alguna forma o otra.

Volteó con curiosidad a ver quien era la persona que se dignaba de verlo de esa manera tan extraña para él, y que hacía a su lobo moverse de un lado para otro. Sin embargo, no espero que al momento de voltear se toparía con un lindo omega de mediana estatura que inclinaba su cabeza a un lado, mirando con sus bellos ojos inocentes de color ámbar brillante hacia su persona.

𝓢𝘦𝘮𝘱𝘪𝘵𝘦𝘳𝘯𝘰 /𝑉𝐻𝐴𝑅𝐸𝑀 / 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora