00. Park SungHoon.

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Un pequeña casa, un chico, una vida.
Las paredes eran delgadas y hacía frío, hace poco había concluido agosto, era de extrañarse lo frío de la ciudad.

Un joven de piel clara con lindos lunares y cabello oscuro como el aura a su alrededor tallaba la gran pila de platos en el lavabo para después abrir el grifo y dejar caer el agua sobre ellos para retirar el exceso de espuma. Su nombre es Park SungHoon. Debería estar en camino a su instituto para no retrasarse, pero era una ley bajo ese techo el orden y la limpieza, pero esa regla lo estaba haciendo odiar cada día más el despertar. Cuando el último vaso estaba mojado en la bandeja de metal, caminó a la salida con la mochila en brazos y una bolsa de basura que dejó a un lado de la maceta de barro, hogar de un girasol casi a punto de marchitarse. 

Los vecinos no solían acercarse a esa propiedad. Era tan umbría por el inmenso sófora en su patio delantero. Al menos hacía contraste con la fachada, pues era ocre y desprendía un poco de satisfacción al combinar tan bien con el empedrado de la banqueta hasta la puerta color chocolate. 

En la cera estaba aparcado el auto del más reciente novio de la matriarca de la familia. Se divorció hace dos años de su último matrimonio y desde que el juez le otorgó libertad, ha tenido más de siete hombres y eso la convertía en la comidilla de las señoras rectas de la calle llamándola golfa y asegurando que era una ramera. 

"¿Acaso esa mujer no tiene dignidad? Su hijo vive en casa. ¿Tan poco se ama?"

Ella estaba acostumbrada. Al igual que SungHoon. 

El chico de lunares tomó camino al instituto, ya iba un poco retrasado, pero, por fortuna, solo tenía que caminar pocos minutos para ingresar. Su camino había sido el mismo por 3 años consecutivos. Mentalmente se preguntaba cómo sería el camino para ir a la universidad, ¿habría muchos edificios de apartamentos a la redonda? ¿Habrían niños jugando con sus hermanos de camino al colegio? ¿Cuál sería la ruta de autobús que tomaría? Aunque realizar ese tipo de cuestionaminetos era una infamia, no estaba seguro de poder tener una calificación aprobatoria para su examen de ingreso y no yendo tan lejos, tampoco sabía si su promedio sería un 7 , un 5 o un 10. SungHoon no era un chico puntual, pero al menos era aplicado. Entregaba todas sus tareas incluso si no aprendía nada con ellas. Después de todo de eso se trata la escuela, ¿no? Si tan solo su promedio se tratara de aprendizaje, su calificación sería menor a cero. Y así, como todo el año anterior, llegó justo cuando sonó la campana y los que solían llegar minutos antes ya estaban en sus aulas, bebiendo café o coca cola para soportar su jornada o perdiendo tiempo en el sanitario. SungHoon no estaba preocupado ni ocupado en lo que los demás hacían en sus minutos antes de que sus profesores tomaran asistencia.

Entró al aula que sabía que era la suya por el número de grupo grabado en la puerta, estaba llena. Había un par de chicas sobre el escritorio hablando de sus bandas favoritas, grupos de amigos en una mañana de reencuentro después de un largo fin y la pareja del salón en una incómoda sesión de besos.

Aturdido por el ruido a sus costados, caminó hasta el fondo del salón, su lugar seguro. Justo en la fila de enmedio había una mesa con dos sillas libre, él sonrió. Nada mejor que pasarla solo, en su lugar favorito y en el salón menos caluroso del instituto. Tomó su mochila, abrió el cierre y sacó un jugo de naranja procesado que compró el fin de semana en la tienda de conveniencia en la esquina de su calle. Si los demás podían comer ramen en el salón, ¿por qué él no podía beber un poco de glucosa para darle energía a su cansado cuerpo?

La primera clase comenzó al cargo del señor Lim. Y así de rápido, llegó el receso. SungHoon no esperó ni un segundo extra para salir a los pasillos y tirarse sobre su banca de madera favorita. Tiró la cabeza hacia atrás hasta dar un ligero golpe con la pared.

SungHoon era solitario y no creo que sea un misterio. Era la sombra del salón y del instituto en general. Desde su primer día han sido pocos sus encuentros con otros alumnos, como su amistad o como pudiera llamarse a su relación con JongSeong del grupo B. Su madre decía que era mejor estar solo que mal acompañado, pero ese consejo nunca lo aplico en sí misma cuando se trató del hombre diez años mayor que ella y robó sus ahorros una tarde de verano.

Estaba a punto de quedarse dormido con la cabeza hacia el techo cuando de repente  sintió una presencia a un lado suyo. Abrió los ojos y lo primero que vio en su campo de visión fue a un castaño sentado a un lado suyo en la misma posición que estaba él con la única diferencia de que tenía sus manos tocando sus propios muslos. SungHoon puso una mueca en su rostro como si tan solo con ese gesto pudiera expresar su incomodidad. El castaño giró sólo un poco su cabeza para encontrar con sus ojos el semblante del más pálido.

—Días —saludó irónico. No tardó mucho en volver a mirar al foco sobre sus cabezas y morder su labios inferior, tenía pinta de hacerlo seguido a juzgar por las cicatrices en sus belfos.

—¿Qué?

El castaño rio y se levantó hasta tener la espalda recta y la vista clavada en el de lunares que estaba en posición para correr en cualquier momento.

—No te mataré.

SungHoon relajó sus músculos como si tan solo matarlo fuera una opción funcional en su molesto acompañante o como si decir que no lo haría fuera un sedante instantáneo.

—No te conozco. ¿Por qué estás a mi lado? —preguntó SungHoon casi murmurando. Se maldijo por oírse tan delicado al hablar—. Espero no seas un chico molesto que finge no escuchar solo para molestar.

—Tú no me conoces a mí, pero yo a ti sí —dijo tranquilo, pero a SungHoon lo hizo sentir tan nervioso como si estuviese atrapado en una escena de peligro—. En respuesta a tu pregunta, déjame decirte que la banca no dice en ninguna parte que es de propiedad tuya, o sea que puedo estar aquí el tiempo que quiera.

SungHoon desvío la mirada solo un segundo para después perder de vista al castaño que se levantó y luego partió.

Ah, mierda, se quiere hacer el interesante.

¡hola! muchas gracias por leer mi intento de fanfic jjjj <33 /dar galletitas

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Midnight 𝗠𝗶𝘀𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora