Capítulo 5. ¿Qué tiene que ver la proactividad con enseñar bien?

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En el año 2019, el humorista Felipe Avello en el festival de la canción de Viña del Mar, nos presenta un personaje en su universo cómico llamado Danilo, su fiel ayudante con el que poseen una diferencia de edad considerable. Parte de su rutina es poder caracterizar a este joven. A qué vamos con este ejemplo, me quedaré con una frase para desarrollar este capítulo.

"Danilo tiene muy buena voluntad, pero le falta iniciativa"...

Hay una palabra que probablemente conozcas, es muy utilizada en el ámbito laboral y hasta es evaluada en algunos casos. Hablamos de la proactividad. Según la definición conceptual de la RAE, alguien proactivo se define como una persona "que toma activamente el control y decide qué hacer en cada momento, anticipándose a los acontecimientos".

Tremenda definición, pero esto qué tiene que ver con enseñar bien.

Lo tiene todo que ver, pues existe una estrecha relación entre la proactividad y los procesos educativos, esto lo vamos a explicar de acuerdo a los elementos que nos presenta la definición anterior.

En efecto, tomar activamente el control es un elemento central al momento de enseñar, es el profesor quien maneja los tiempos, quien distribuye los espacios y propicia las instancias para el aprendizaje, ya sea material, teórico o emocionalmente hablando. Esto claramente podemos encontrarlo en el MBE.

Decidir qué hacer en cada momento es parte esencial de la pedagogía, todo lo que se hace dentro de una sala debe estar intencionado, nada es al azar, la improvisación, si bien, es un amigo que nos puede salvar en ocasiones, el profesor siempre debe tener un espacio de movimiento planificado y con un sentido formativo, que genere que al final de un proceso, tanto el educador como el educando le encuentren significado y sea relevante para sus vidas.

Y por último anticiparse a los acontecimientos es un factor central, cosa que es la más compleja de desarrollar, pues es tener una comprensión plena del contexto en el que te desenvuelvas, esto quiere decir derechamente, que debes intuir y al mismo tiempo tener planeado de acuerdo a lo que sabes que pasará una acción concreta; en específico, aquí siempre puede servir el famoso "Plan B".

Como puedes comprender, la proactividad es parte esencial del quehacer pedagógico y es relevante este tema en el libro, pues la mejor forma de comenzar a practicar esto es en las instancias formativas iniciales, por lo tanto, cuando asistas al centro educativo, no solo debes cumplir con tus obligaciones, sino que puedes apuntar un poco más allá. Nunca le vendrá mal al profesor guía esta pregunta... Profesor, disculpe ¿Le puedo ayudar en algo? Este es el primer paso hacia la proactividad, pues con el tiempo, las personas van descubriendo acciones o tareas que hacer sin necesidad de tener instrucciones, pero ojo, cuando eres practicante, solo remite a lo que se pida, ofrece todo lo que quieras, responde a tus compromisos y con eso ya lo estás haciendo excelente. 

La Biblia del Practicante de PedagogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora