Flotando Por Amor | Pokeromia Floatzel x Humano

Capítulo 1: ¡Nos Vemos!

Era una tranquila mañana en la pequeña ciudad en la que vivía.

El sol golpeaba con sutileza los grandes edificios y mostraba en ellos el reflejo de la luz solar.

Yo estaba tumbado en mi cama sin nada que hacer, y sin nada que esperar de este nuevo día, hasta que me llegó un mensaje de mi mejor amigo al móvil.

-¡Hola Marcos! Tenía que hacerte una pregunta muy importante

Le respondí, curioso por lo que podría ser:

-¿Qué ocurre?

-Mira, tengo que hacer un viaje muy importante en poco tiempo y resulta que mi Pokémon, Floatzel, no va a poder venir conmigo.

-¿Y eso?

-Pues resulta que se me olvidó comprar tickets de avión para ella...

Esto no me sorprendió mucho, ya que mi amigo siempre había sido muy olvidadizo, pero nunca hacía nada de esto con mala intención.

-Entonces, si lo he entendido bien, quieres que cuide de tu Floatzel una semana, ¿no?

-Exacto.

-¿Y para cuando será eso?

-Pues... Justo mañana.

-¿¡Mañana!?

-Si, también me olvidé de decírtelo antes, jeje...

-De verdad, eres un desastre, pero cuidaré de tu Floatzel encantado.

Yo nunca había sido un entrenador Pokémon. Mi amigo, al contrario, había tenido a su Floatzel durante años. Hacían un muy buen duo en los combates, ganando la mayoría gracias a su gran sincronía.

-Perfecto. Te esperaré en la entrada del aeropuerto a las 6 de la tarde y allí te daré a Floatzel, ¿vale?

-Ok, me parece bien.

Ahí se acabó la conversación, dejándome pensando para mi mismo de nuevo.

-¿Y que voy a hacer yo cuidando un Pokémon si no se nada de ellos?

Solo podía esperar a ver lo que ocurriría mañana teniendo a un Pokémon bajo mis cuidados.

Algo que me preocupaba era que apenas era capaz de cuidar de mi mismo (culpo a la pereza por ello), así que esto podría acabar mal, aunque intenté mantenerme positivo pensando:

-¿Como de malo podría llegar a ser realmente?

Pasaron las horas y el momento de recoger a Floatzel había llegado.

Me dirigí al aeropuerto, donde esperé unos cuantos minutos a la llegada de mi amigo, que acabó apareciendo bastante pronto.

-¡Hey, Marcos! -dijo mi amigo mientras andaba hacia mi, Floatzel andando a su lado.

-¡Buenas! Hola a tí también, Floatzel.

Floatzel levantó una de sus manos y la agitó en el aire para saludarme.

-Bueno, ya ha llegado el dia... Siento mucho de verdad lo ocurrido, Floatzel, y también siento tener que meterte en esto, Marcos.

-No te preocupes -respondí- Cuidaré a tu Pokémon como si fuese un miembro de mi familia.

Mi amigo se acercó a Floatzel y la dio un abrazo de despedida.

-No te preocupes, Floatzel. Solo será una semana y luego volveré a por ti, ¿vale?

Floatzel asintió un poco entristecida, y cuando los dos se separaron del abrazo mi amigo empezó a entrar al aeropuerto.

-¡Muchas gracias de nuevo, Marcos!

-No hay problema. ¡Ten un buen viaje!

Floatzel se despidió levantando una de sus manos igual que antes.

Mi amigo despareció entre la gran cantidad de gente en el aeropuerto, haciendo que Floatzel me mirase a la cara con una expresión que me decía:

"Bueno, ¿y ahora que?"