Capítulo 6: Lo Que Estabas Esperando (Parte 2) (+18)

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AVISO: Este capítulo contiene Pokefilia.

Floatzel no quiso que la fiesta acabase tan rápido, por lo que volvió a subirse a mi cuerpo, ahora sentada encima de mi pene, frotando con sus labios inferiores mi pene.

Mientras lo hacía la Pokémon tenía una mezcla de perversión y emoción en su rostro. No dejaba de mirarme fija, llegando a lo más profundo de mi alma física y mentalmente.

El frotamiento siguió hasta que Floatzel lo vio oportuno. Se levantó un poco, separándose de mi cuerpo, y con sus dos largas y anaranjadas colas agarró mi miembro para colocarlo recto, Floatzel estando encima de él.

Ya preparada, la Pokémon bajó un poco su cuerpo, haciendo que su vagina tocase la cabeza de mi pene. Floatzel empezó a agacharse más, haciendo presión en mi miembro hasta que la cabeza entró entera.

Aparentemente fue un poco inesperado para Floatzel, ya que sus ojos se abrieron bruscamente nada más empezar la penetración, pero no pareció costarla acostumbrarse a tener parte de mí dentro suya.

Floatzel siguió bajando, entrando mi pene cada vez más dentro suya, hasta que llegó a la mitad, que fue cuando la Pokémon dio una brusca sentada, metiéndolo al completo.

Tal acción fue tan inesperada que lo único que fuí capaz de hacer fue agarrar con fuerza la fresca hierba del suelo.

Floatzel se detuvo unos cuantos segundos con mi pene completamente dentro suya, puede que para acostumbrarse, o quizás por el placer que ella sentía al tener sus adentros rellenados por mi.

Yo tampoco sabía por qué sentía tanto placer de todo esto. Puede que fuese por la presión que sentía mi miembro entre las calientes y húmedas paredes interiores de Floatzel, o simplemente porque la amaba, cosa que me había negado a aceptar hasta ese momento.

Lo único que los dos sabíamos es que amábamos darnos placer mutuamente: yo dándole mi amor a Floatzel, y ella devolviéndolo aún más.

La Pokémon agarró mis manos y entrelazamos nuestros dedos. Aprovechó la Pokémon este momento para volver a moverse arriba y abajo, siguiendo con lo que habíamos empezado.

Mientras los dos gozábamos nuestra respiración empezó a volverse más fuerte, aumentando también la velocidad con la que Floatzel se movía.

La fricción que yo sentía dentro de la vagina de Floatzel era algo inexplicable. Nunca antes en la vida había sentido tal placer, tal sensación de libertad y amor puro.

Floatzel parecía sentir lo mismo. La velocidad de sus movimientos volvió a aumentar, haciendo que sus ojos volviesen a apuntar al cielo, su lengua saliendo de su boca al no ser capaz de controlar tal excesiva cantidad de placer. Parecía que se estaba acercando a su climax, y yo tampoco es que estuviera muy lejos de llegar al mio.

En un rápido monento agarré la cabeza de Floatzel y la bajé contra la mía, dándola un profundo y apasionado beso mientras ella seguía siendo penetrada.

La Pokémon correspondió el beso, haciendo que nuestras lenguas hiciesen presión una contra la otra, justo en el momento en el que los dos llegamos a nuestro climax simultáneamente.

Nuestros ojos estuvieron cerrados fuertemente mientras nuestras lenguas se frotaban y mi pene llenaba los adentros de Floatzel de mi semen de nuevo.

Tal cantidad de semen expulsé que la fuerte presión que unía mi pene con la vagina de Floatzel no fue capaz de mantenerlo todo dentro, saliendo gotas y gotas que caían encima de mi cuerpo.

La Pokémon, al ver que mi miembro había acabado de expulsar ese característico líquido, se tumbó encima de mí, haciendo que mi pene saliese de ella y el semen que se encontraba dentro suya saliese en grandes cantidades.

La pose en la que nos encontrábamos me recordó con claridad la situación en la que estábamos en la playa, así que tras volver a recuperar una respiración normal le pregunté a Floatzel:

-Oye, lo que hiciste en la playa de tumbarte encima mía como estamos ahora lo hiciste con otras intenciones en mente aparte de para calentarme, ¿verdad?

Floatzel soltó una sonrisa pícara, mostrándome que tenía razón.

Los dos nos quedamos en esa misma posición durante un buen rato, dejando pasar el tiempo y disfrutando de nuestra compañía y amor mutuo recién descubierto.

Nos habría encantado seguir así durante todo el día, pero el hambre nos llegó al ser ya la hora de comer.

-Vamos Floatzel, tenemos que ir a comer algo -dije- aunque creo que yo ya te he llenado el estómago.

Los dos nos reímos y nos levantamos del suelo, yo vistiéndome y Floatzel intentando limpiar lo que yo había dejado dentro suya.

Volvimos a casa rápidamente y Floatzel entró al baño para darse una rápida ducha. Aproveché esto para pensar.

-Me duele de veras que mañana tenga que devolver a Floatzel a su entrenador, pero al menos lo hemos pasado genial juntos.

Fuí a la cocina a preparar algo de comida mientras Floatzel terminaba de ducharse.

Los dos nos volvimos a ver ya en el comedor, donde disfrutamos de la comida juntos. Aproveché esto para hablar con la Pokémon.

-Floatzel, mañana te toca volver con tu entrenador.

Floatzel asintió con una ligera expresión de tristeza en du rostro.

-¿No hechas de menos a tu entrenador? -pregunté.

La Pokémon volvió a asentir, pero parecía haberlo pasado tan bien conmigo que no quería separarse de mi.

-Se que separarse de alguien con quien te llevas bien es muy duro, pero la vida es así. Tú no te preocupes, nos seguiremos viendo regularmente.

Esto pareció alegrar a la Pokémon de vuelta, lo cual me alegró a mi también.

El resto del día transcurrió normalmente. Floatzel recogió lo que había traído para volver a su verdadera casa mañana, incluido el bikini que la compré, y al llegar la noche volvimos a dormir juntos, pero esta vez dándonos un gran abrazo el uno al otro, un abrazo lleno de sentimientos que no olvidaré nunca.

Ahora solo quedaba esperar a mañana, el día en el que, tristemente, tendría que decirla adiós.

Flotando Por Amor | Pokeromia Floatzel x HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora