Flotando Por Amor | Pokeromia Floatzel x Humano

Capítulo 3: Vamos De Compras

Desperté notando una extraña respiración en mi nuca, la cual descubrí al instante que era la fuerte respiración de Floatzel. Ella aún seguía durmiendo, y como no la quise molestar salí de la cama lentamente evitando hacer el mayor ruido posible.

Nada más salir de la cama Floatzel se apropió del espacio que yo estaba ocupando en ella.

-Vaya, pues si que duerme a pierna suelta -me dije a mi mismo.

Conseguí salir del cuarto sin despertarla y fui a la cocina para preparar mi desayuno y el de Floatzel para cuando saliese de la cama.

La Pokémon tardó una hora en despertarse desde ese momento y la vi entrando a la misma habitación en la que yo estaba.

-Flo... -dijo Floatzel mientras se frotaba los ojos con sus manos, seguido de un gran bostezo.

-Buenos días a ti también -respondí.

Floatzel empezó a desayunar con lo que le había preparado antes, y aproveché el momento para decirla lo que tenía planeado para hacer hoy.

-Floatzel, tu entrenador me ha dicho que te gusta mucho ir a la playa.

Ella me miró rápidamente, dejándome ver sus ojos resplandecientes llenos de emoción.

-Me tomaré eso como un si, jeje. Bueno, a lo que iba. Tenía planeado ir contigo a la playa hoy, si quisieses, claro.

Los ya relucientes ojos de Floatzel se iluminaron aún más, mostrándome todo lo que ella amaba el mar. Supongo que ser tipo agua influyó en sus gustos.

Floatzel dejó de estar tan alegre de repente por alguna razón. Parecía haber recordado algo.

-¿Ocurre algo, Floatzel?

Floatzel intentó comunicarse conmigo a través de signos, haciendo con sus manos la imitación de un bikini.

-¿Un... bikini? -pregunté confuso- ¿Dices que quieres llevar un bikini para ir a la playa?

Floatzel asintió, y yo respondí:

-Qué raro... De por si no llevas ropa pero para ir a la playa si que te quieres poner un bikini. ¿Tiene tu entrenador algo que ver con esto también?

La Pokémon volvió a asentir con una gran sonrisa en la boca.

-Voy a preguntarle ahora mismo sobre el tema...

Saqué mi móvil de uno de mis bolsillos y llamé a mi amigo, que no tardo mucho en responder:

-¡Hey, Mar- ¿Qué tal es- tzel?

-Se está cortando la llamada, no se te escuha -respondí.

-Q- no te entie- Se está co-

Esperé unos segundos a ver si la conexión llegaba mejor.

-Por fin. Perdona, estaba pasando por un túnel.

-Ok. Mira te tengo que hacer una pregunta sobre Floatzel -dije.

-Dime, soy todo oidos.

-¿Sabes algo sobre Floatzel queriendo llevar un bikini a la playa?

Hubo silencio durante unos cuantos segundos hasta que recibí una respuesta.

-Sobre eso... Puede que te lo tuviese que haber dicho antes, jeje... Resulta que un día le compré un bikini a Floatzel de broma porque ya sabes, los Pokémon no-

-No llevan ropa, lo se. Por eso te llamaba especificamente.

-Ya, ok... Ejem... Y pues resulta que a Floatzel le gustó mucho. Siempre que salíamos a la playa lo llevaba puesto, y tampoco es que me importase mucho porque me parecía muy mona cuando lo llevaba.

-Floatzel no trajo nada con ella cuando vino del aeropuerto. No sabrás tú donde puede tener el bikini, ¿verdad?

-Ahora que lo dices me acuerdo de que lo dejamos en mi casa antes de ir al aeropuerto. Como no pensábamos que fueses a llevarla a la playa...

-Puedo comprarla otro si hace falta -dije.

Floatzel pareció escuchar esto y se emocionó. Empezó a dar saltos de alegría en el sofá de la habitación.

-Marcos, no sabes todo lo que me estás ayudando esta sema- de vera- se agrad-

La señal volvía a cortarse de nuevo, por lo que decidí colgar directamente.

-Bueno Floatzel, parece que antes de ir a la playa vamos a comprarte un bikini nuevo.

Los dos salimos de casa con mi coche en dirección a la tienda de ropa más cercana donde pudiésemos encontrar lo que la Pokémon buscaba.

Al entrar en la tiendas nos encontramos con montones y montones de pasillos con variedades de ropa muy distintas. Floatzel las observó rápidamente para ir a la sección en la que se encontraba lo que habíamos venido a buscar en primer lugar.

Había una amplia selección de ropas de baño, algunas más... "ligeras" que otras. Floatzel fijó su mirada en un bonito bikini de color rojo.

-¿Floatzel? -decía la Pokémon como para preguntarme si podíamos comprar ese.

-¿Ese te gusta? Tendrás que probártelo primero, ¿no?

Nos fuimos a los probadores para ver si a Floatzel le quedaba bien. Se lo puso en un instante y me dejó verla para saber mi opinión.

Nada más ver a Floatzel con ese bikini comprendí perfectamente porqué a su entrenador le gustaba tanto que lo llevase.

Aunque Floatzel fuese siempre desnuda y la ropa ahora le ocultase más su cuerpo, tuve una extraña sensación al verla de esa forma.

¿Qué estaba pasándome?

Me quedé paralizado un par de segundos viendo el cuerpo de la Pokémon de una nueva forma que no era capaz de ver antes. Sus dulces ojos, su suave piel, y sus... Ejem, curvas... Me dejaban absorto.

Floatzel, confusa, intentó hacerme decir algo.

-¿Flo, Floatzel?

-Ehh... ¡Ah, si! Perdona Floatzel, se me ha ido la cabeza pensando en... Cosas.

Le dije a Floatzel también que me gustó su elección de bikini, por lo que decidimos comprarlo e irnos de camino a la playa.

Bueno, eso era lo que teníamos planeado hacer, pero ya se nos había hecho tarde y la oscuridad de la noche empezaba a expandirse.

Volvimos a mi casa, donde guardamos el bikini y esperamos como la noche anterior a que llegase la hora de irnos a dormir.

Ya estando los dos acostados en la cama le dije a Floatzel:

-El plan de la playa lo dejaremos para mañana, así que no te preocupes.

Floatzel asintió, agarrando suavemente las mantas de la cama con sus manos.

Tras mi extraño suceso en la tienda y mis extrañas sensaciones con Floatzel no pude dejar de pensar en lo suave que su piel sentía al tacto al estar obligados a tumbarnos juntos en la cama.

Las dos largas colas de Floatzel rozaban contra mis piernas, haciendo que mis pensamientos aumentasen por el segundo.

-Marcos, por favor, duérmete ya y así dejas de pensar en esta situación -me dije a mi mismo.

Le di las buenas noches a Floatzel y al igual que ayer cayó dormida casi al instante. Solo podía desear una cosa para nuestros próximos dias juntos...

Que esta extraña sensación no fuese lo que creía que era...