Capítulo 4: ¡Por Fin, A La Playa!

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Pasó otra noche en la que el cuerpo de Floatzel estuvo en todo momento pegado al mío. Esto no era un problema antes, pero por lo ocurrido el anterior día me preocupaba un poco.

Desperté más temprano de lo normal y me di cuenta de que Floatzel no estaba a mi lado, lo cual me extrañó.

-Qué raro. Siempre suelo ser yo el que se despierta antes -me dije.

Me levanté de la cama y me dispuse a ir al salón, pero justo antes de que llegase Floatzel apareció delante mía con su nuevo bikini puesto. Parecía estar muy emocionada.

-Floatzel, ¿que haces poniéndote eso por la mañana? Solo son las... -miré el reloj para comprobar la hora- ¿¡las 5 de la mañana!?

A Floatzel no pareció importarle mi sorpresa por verla despierta tan temprano. En ese instante comprendí lo que ocurría.

-Oh, ya se. Quieres ir a la playa cuanto antes, ¿verdad?

-¡Floatzel, Floatzel! -respondió cada vez más emocionada.

-Ok, ok, pero deja que me prepare un café, que no suelo estar a estas horas despierto...

Preparé todo lo más rápido que mi cuerpo recién despierto me dejaba para irnos cuanto antes y no hacer esperar a Floatzel. Tambien me tomé mi café y volví a recuperar la energía que solía tener siempre.

-Ya estoy listo. ¿Lo estas tú, Floatzel?

Ella asintió, pareciendo incapaz de esperar un solo segundo más.

Salimos de mi casa y volvimos a montar en nuestro coche. El viaje a la playa en un vehículo era solo de 5 minutos, por lo que no tardamos mucho en llegar.

Aparcamos frente a la suave y fina arena de la costa. Bajé del coche y abrí el maletero, donde tenía guardado todo lo necesario para tener un buen día en la playa.

-Floatzel, ¿me puedes ayudar a llevar las...

Fui interrumpido al ver a Floatzel saliendo del coche a toda velocidad y corriendo hasta el agua salada lo más rápido que podía, tirándose de cabeza al llegar a ella.

-Es un Pokémon de tipo agua, supongo que está en su naturaleza, jaja -me dije a mi mismo.

Tuve que llevarlo todo yo, pero no me importó en absoluto, ya que pude ver a Floatzel disfrutando del agua de la playa, estando en su hábitat natural.

Le dije a Floatzel:

-¡Espérame, que ahora me meto yo también!

Me puse mi bañador lo más rápido que pude para poder disfrutar del océano junto a Floatzel. Corrí descalzo por la arena dando un gran salto antes de llegar al agua.

Nada mas entrar en contacto con el agua sentí el frío más poderoso que había sentido en mi vida. Sentí como si cada trozo de mi piel se hubiese congelado al instante. Floatzel se dio cuenta de ello y me ayudó a salir, debido a que me quedé paralizado por el brusco cambio de la temperatura.

La Pokémon me dejó tumbado bajo una sombrilla que había colocado antes de entrar al agua, y yo le dije:

-F-F-Floatzel, recuerdame n-no volver a entrar al m-mar a las 5 de la mañana... -dije tiritando.

Floatzel asintió, pareciendo preocupada por mi.

-No te preocupes, un poco de frío no podrá conmigo.

Floatzel de repente se tumbó encima mía.

-¿Floatzel, que haces?

Se quedó quieta mientras nuestras pieles entraban en contacto. Supongo que quiso darme calor juntándose contra mi. Sorprendentemente funcionó, y al rato un poco de calor empezó a surgir en mi.

Ya encontrándome mejor tras esta... Extraña pero útil situación le di las gracias a Floatzel.

-Será mejor que me quede aquí hasta que el agua se empiece a calentar un poco, jeje -añadí.

Floatzel, tras asegurarse de que yo volvía a estar bien, corrió de nuevo al agua, dando grandes salpicones.

Mientras veía a la Pokémon jugar varios pensamientos pasaron por mi cabeza.

-Es sorprendente como ella no es capaz de sentir frío con aguas tan heladas -me dije a mi mismo- También me parece muy curiosa la forma que se le ha ocurrido a Floatzel para que volviera a tener una temperatura normal. Me sorprende que no le pareciese... Raro en absoluto. ¿Quizás Floatzel sabía como me sentía por ella tras el suceso de ayer? No puede ser... Pero me da mucha curiosidad toda esta situación en general.

Intenté alejarme del tema ya que de tanto pensar en ello me dio dolor de cabeza.

Pasaron las horas, pero nadie parecía venir a la playa. Me extrañó sinceramente, ya que siempre suele venir mucha gente, sobre todo por la tarde. Puede que fuese incluso mejor, ya que así Floatzel y yo podríamos disfrutar a solas del bello mar.

Cuando el sol consiguió calentar el agua lo suficiente entré para poder pasar el rato con Floatzel. Los dos nadamos, reimos, y jugamos juntos sin que ninguna otra persona o Pokémon pasase cerca nuestra.

Tan bien nos lo pasamos que perdimos la noción del tiempo y el sol empezó a desaparecer por el horizonte, pareciendo que entraba en el mar.

Floatzel y yo, nadando tranquilamente, observamos como el sol desaparecía de nuestras vistas lentamente.

Puede que ese fuese uno de los momentos de mi vida en los que más en paz me sentí.

La oscuridad tomó el lugar del sol, indicando que era la hora de regresar a nuestro hogar.

Tras salir del agua y secarnos (cosa que no le costó a Floatzel al agitar su cuerpo como si de un perro se tratase, salpicando a su alrededor y ella quedando absolutamente seca), guardamos todo lo que trajimos y volvimos en mi coche, como de costumbre.

Ese fue un muy buen día, puede que uno de los mejores, pero creo que ninguno de estos superaban al que estaba por venir dentro de muy poco...

Un día bastante especial...

Flotando Por Amor | Pokeromia Floatzel x HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora