『 39 』𝐇𝐮𝐢𝐫

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Elspeth se removió incómoda y fue intentando abrir sus pesados ojos de poco a poco

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Elspeth se removió incómoda y fue intentando abrir sus pesados ojos de poco a poco. Sintió una fuerte jaqueca pegarle de repente, además del insoportable dolor sobre casi toda la mitad de su cabeza.

—Elspeth, ¿puedes oírme?—cuestionó la castaña con angustia y alivio a la vez.

—¿Han...?—logró abrirlos por completo pero la poca luz que entraba por la ventanilla fue demasiado para ella.—Oh carajo....

Cuando Elspeth logró enfocar a su alrededor, se percató de que su cabeza estaba recostada sobre las piernas de Hange, ya que observaba a la castaña desde abajo.

Además de reconocer el techo de lo que vendría siendo un carruaje y los sonidos similares a galopes de caballos por fuera.

La chica con heterocromia se llevó una mano a la zona donde sentía punzadas, sin embargo, con el simple desliz de su dedo, volvió a quejarse del dolor.

—Calma, pequeña, está inflamado.—le dijo Zoe con voz suave.—No te esfuerces, recién recuperaste el conocimiento.

—¿Cono...cimiento?—aturdida, Elspeth volvió a cerrar los ojos al sentir la debilidad.

Hange resopló frustrada al no poder revisar a la joven debido a que sus manos continuaban atadas, ya que seguía siendo rehén de la facción Jaeger.

Elspeth quiso volver a dormir, sentía que estaba por desfallecer y los mareos le impedían mantener sus párpados separados. Sin embargo, cuando escuchó como la carroza se detenía, se obligó a abrir sus ojos para al menos tratar de entender que pasaba.

—Haremos una pequeña parada.—avisó Floch con una de sus lúgubres sonrisas.—Bájenlas.

El soldado asintió y se levantó del asiento para después casi obligar a Elspeth a que saliera del carruaje, jalándola con fuerza de su camiseta para enderezarla y expulsarla fuera.

ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅ || Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora