𝘊𝘢𝘧é & 𝘝𝘪𝘥𝘦𝘰𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰𝘴 [𝘒𝘪𝘳𝘪𝘣𝘢𝘬𝘶]

Introducción

Se quitó el delantal como todas las noches, lo colgó en la percha y agarró las llaves del establecimiento.

Alcanzó su abrigo y se lo colocó. Después salió al exterior, viendo todas las tiendas, restaurantes y demás cafeterías del centro comercial cerradas.

Suspiró y cerró con la llave aquel local.

Caminó a paso lento por los amplios pasillos, era algo que le encantaba. Ver todo en calma, sin gente. Se fijó en el centro de aquel recinto, lo común sería verlo con las sillas en el suelo, pero para él era todo lo contrario. Estaban recogidas encima de las mesas.

Recordó que había paseado dos veces contadas por allí de día, ya que casi siempre estaba de servicio en la cafetería. Algo triste, pero no quería pensar eso.

El rubio se vio reflejado en la gran puerta de salida, había un carrito de las limpiadoras, debían andar cerca.

El aire frío de la noche le dio de lleno en la cara. Respiró profundamente y saludó al guardia de seguridad.
Aquel pelinegro siempre le sonreía de vuelta.
Se podría decir que le caía bien.

Ya que no tiene muchos amigos...
Por no decir ninguno.
Acabó alejándose de "Deku", su amigo de la infancia.
Era con el único que se sentía cómodo y como una verdadera amistad.
Pero se fue a estudiar medicina al extranjero para salvar vidas.

¿Y él?
El mejor barista de la mejor cafetería de todo el centro comercial y de toda la ciudad.

Rió al pensar en esto y encendió su móvil.

Había una única notificación de Play Store:

"¿Te gustó YouTube? Otros usuarios también han probado Twitch"

Miró extrañado la notificación. Solo se metió en YouTube para ver un vídeo para arreglar un perchero de la cafetería.

—La probaré, supongo. YouTube era una buena aplicación. —Susurró para sí mismo.

Le dio a descargar y continuó caminando hacia su casa.

Vio la ciudad apagada, sin mucho gentío pues era un miércoles cualquiera. La gente al día siguiente tenía que trabajar, al igual que él.

Cuando llegó no se lo pensó dos veces y se fue a duchar. Al salir, miró su móvil, en él se encontraba la notificación de que se había completado la descarga de Twitch hace unos minutos.
Se puso el pijama y entró a la aplicación.

Le dio al botón de registrarse.
Pedía su correo, un nombre de usuario, una contraseña y fecha de nacimiento.

Probó con su nombre, Katsuki.
Estaba en uso.

Probó con Bakugou.
También estaba en uso.

—Joder... Al final me quito esta mierda de aplicación.

Probó con Dinamite.
También estaba en uso...

Le puso una 'y' a Dinamite y una "_", quedando así Dynamite_.

"Introduce el código para verificar que no es un robot"

—Vaya tontería.

Cuando verificó también el correo, le salió la página de inicio en Twitch.

"Canales que te recomendamos"

—Chargebolt, AcidQueen, RedRiot, Twinkling... Que nombres más raros.

Se metió en el "vídeo" de Chargebolt mismamente.

—¿Pero esto cómo cojones se pone desde el principio? —Intentó buscar la barra para atrasarlo.

Salió de aquel vídeo ya que el chico estaba en mitad de una charla, y no se había enterado de nada.

—AcidQueen...

Vio a una chica pelirrosa, con una resplandeciente sonrisa, muy energética. Al parecer estaba hablando con otro chico.
Cuando sonó su voz, le dio un escalofrío.
Miró los "comentarios", los cuales iban muy rápido.

—No me da tiempo a leer estos...

Pero sus ojos vieron uno que decía "que grande es RedRiot xd".

Se salió y fue al directo de ese chico.

—¿Cien mil personas viéndole? Eso es una barbaridad. Además que solo está hablando mientras mira hacia un lado, supongo que otra pantalla.

—Pero bueno Acid- Yo no probé el nuevo juego de Pokemon, pero por lo poco que he visto puedo decir que está bien.

—Pfff, lo que tu digas. —Dijo no muy convencida.

—De todas formas es un juego para estar tranquilo en el sofá de mi salón, tal vez sin camiseta. —Rió.

Bakugou vio en los "comentarios" como todos ponían "emojis" con la cara de RedRiot sonrojada, o simplemente gritaban con unos "AAAAAA", él sin embargo, se sonrojó.

—¿Cómo puede decir eso...?

—Oye Red, no digas guarrerías que mi mami me revisa el directo. —Empezó a reír junto a él.

¿Esto es en lo que tantas personas pasaban su tiempo?

No lo entendía pero... podría llegar a hacerlo. Solo debía seguir viendo al pelirrojo que tanto llamó su atención.