Jiang Cheng se levantó al otro día completamente satisfecho, la parte baja de su cuerpo dolía, pero despertar en los brazos del Lan y mirar su rostro pacíficamente dormido después de pasar toda la noche juntos bien valía la pena.
Todavía no podía creer lo bien dotado que era Wangji, lo ansioso que se mostró por estar en su interior apenas cerraron la puerta y como no lo dejó descansar hasta muy entrada la madrugada. Eso lo hizo sonreír pero de inmediato recordó otro asunto importante.
Su hermano volvería en la tarde según su nota y sabía que antes de que llegara debía platicar con Wangji, así que de manera intencional se removió bruscamente en la cama y cerró los ojos. Sintió a Lan Zhan despertar lentamente antes de recordar todo lo que habían hecho y alejarse de inmediato. Se sentó al borde de la cama para comenzar a vestirse y esa fue la señal para abrir los ojos.
-Wangji...-murmuró tentativamente.
Vio la culpa en esos ojos dorados y antes de que pudiera pronunciar algo más fue interrumpido.
-Esto está mal Wanyin. Me dejé llevar y...-lo escuchó murmurar por lo bajo y agregar- Eres el hermano menor de Wei Ying y yo no debí... Estaba frustrado y... Lo siento... Yo...Debo decirle...
Wanyin lo sabía, después de conocer a ese hombre y pasar tanto tiempo a su alrededor, había aprendido unas cuantas cosas sobre él. Sabía que le costaría acercarse a él con otras intenciones y también que cuando al fin cayera la culpa se haría presente, intentaría alejarlo y para mantener su consciencia tranquila confesaría todo a Wuxian.
Sin embargo, eso no es lo que quería, porque a estas alturas aunque lastimaría a Wei Ying, no era suficiente para hacerlo miserable como le había pedido esa noche.
Así que vistiéndose rápidamente se acercó a él para cerrarle el paso antes de que saliera, al ver que la mirada del Lan parecía cambiar de confusión a enojo, Jiang Cheng actuó rápido derrumbándose a sus pies.
-Por favor Wangji, no lo hagas...-dijo con los ojos repletos de lágrimas- Si Wei Ying se entera me correrá de aquí y no tengo otro lugar al cual ir. Wangji... deja que me quede y cuando cumpla la mayoría de edad yo mismo le diré a Wei Ying. Solo dame tiempo, por favor...
Todavía en el suelo sintió a Wangji suspirar sonoramente. Lo tomó de la mano para ayúdalo a levantarse y aún con algo de culpa en la mirada limpió sus lágrimas suavemente.
-No llores...Lo siento... por no pensar en las consecuencias que tendría para ti. Esperaré para hablar con Wei Ying.
Jiang Cheng quiso sonreír, pero se contuvo y fingió estar triste. Con paso lento y haciendo más evidente su cojera se aproximó a la cama para recostarse.
-Gracias Wangji- murmuró observándolo fijamente.
-¿Te duele?- preguntó sonrojado el Lan.
Jiang Cheng simplemente cerró los ojos y negó.
-Solo descansaré un poco.
Ese día A-Cheng actuó como si nada y miró a escondidas la interacción entre la pareja, le alegró mucho la forma en que Lan Wangji rehuía a los besos qué Wei Ying intentaba darle. Probablemente se trataba de la culpa por lo que habían hecho la noche anterior o tal vez molestia por dejarlo plantado, pero a pesar de todo el Lan siguió comportándose como siempre. Y Wanyin se sintió aliviado.
La semana siguiente su rutina continuó su curso, solo que Wangji dejó de llegar a casa a la hora de la comida y Jiang Cheng aunque no quería presionarlo, no deseaba que se distanciara, así que recurrió a la amabilidad y disculpas.
A la hora de la comida preparaba también para Wangji y lo enviaba con repartidores a su trabajo, recordando acompañarlo de pequeñas notas de disculpa. Los primeros días A-Zhan le dijo que no debía hacerlo, que no había necesidad y lucía un poco incómodo por la situación. Sin embargo, Jiang Cheng insistió que no era molestia y continuó haciéndolo, solo que esta vez ponía en sus notas que Sizhui extrañaba verlo en las comidas al igual que él.