Wei Ying estaba aliviado, desde hace un mes Jiang Cheng se había largado de su hogar y eso lo dejaba claramente más tranquilo. Lo único que realmente le mortificaba es que para lograr su cometido había perdido lo que tanto esfuerzo y dinero le había costado, su añorada firma discográfica.
Tuvo que deshacerse de ella para conseguir las estúpidas acciones de Wanyin. Por lo que ahora tenía todo el día libre y ninguno de sus anteriores colaboradores lo quería cerca. Se dijo que valía la pena, todavía podía empezar de nuevo, aunque aún debía encontrar la forma de hacérselo saber a Wangji y devolverle el dinero que había tomado.
No obstante sintió que había ganado, solo debía conseguir que Wangji pensara únicamente en él y listo.
Intentó acercarse primero a Sizhui, pero el pequeño había estado sumamente triste e ignorando a todo mundo excepto a su padre y a su cachorro. Por otro lado, A-Zhan lucía más serio de lo usual y el trabajo según sus palabras era interminable, por lo que la mayoría de las veces volvía a casa para la cena, arropaba al pequeño y volvía al trabajo.
Una de las cosas que rompió la falsa felicidad de Wei Wuxian fue la plática que escuchó entre A-Yuan y Wangji.
-Vamos A-Yuan, no puedes desquitarte con tu niñera solo porque no sabe cocinar lo que te gusta o regaña a tu cachorro.
-Chengcheng sabía lo que me gustaba...
-Él ya no está aquí- suspiró el Lan
-¿Por qué? ¿Por qué no le pediste que se quedara? Si le hubieras dicho lo hubiera hecho.
-No es... No es tan fácil.-simplemente respondió
A-Yuan se levantó del suelo en donde se encontraba sentado y se acercó hasta su padre.
-Es porque no quisiste que te diera un anillo.-susurró tocando el brazalete en su muñeca.
-¿De qué hablas?-Preguntó extrañado por las palabras de su hijo.
-De Chengcheng, me preguntó que te podía regalar y le dije que un anillo, pero dijo que para regalar un anillo las dos personas debían quererlo. Él quería... y pensó que tú no. Los anillos son para la persona que quieres ¿No quieres a Chengcheng? ...Siempre estaban juntos, se reían y lo tomabas de la mano.
-Yo...Mn...
Wangji no supo que responder antes sus palabras y no necesito hacerlo porque la súbita llegada de Wei Ying los hizo callar.
Wei Ying intentó ocultar su molestia y hacer su mejor esfuerzo para retomar la cálida relación que había tenido con Lan Zhan. Sin embargo nada estaba saliendo como él quería.
Si hacía la cena o preparaba su comida, Sizhui no tardaba en decir que estaba quemado, que no le gustaba o mencionaba a Jiang Cheng en la conversación.
Tratar de ganarse su afecto era sumamente más difícil, pues el pequeño no quería estar con él y lo miraba de manera sospechosa cada que estaba cerca. Wangji aparte de centrar su atención en A-Yuan, cada vez se mostraba más distante e indiferente a sus muestras de cariño, e incluso podía decir que muchas veces lo notó sumamente melancólico.
Wei Ying ya no sabía qué hacer, estaba desesperado, y cuando repentinamente Wangji le pidió hablar en su estudio. El temor se apoderó de él.
-¿Qué pasa A-Zhan?
-¿Las acciones de los Jiang no estaban a tu nombre?-preguntó mirando unos papeles.
-Yo... se las devolví a Wanyin... ¿Por qué preguntas?- dijo sin saber a qué venía esa pregunta.