Capítulo 4 "El inevitable puesto"

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El sol apenas se asomaba.
Hoy era el día que harían oficial su sucesión como L.
Vuelta atrás ya no había, pues ya todo estaba hecho.
El sería L y ahora nada ni nadie lo iba a detener de ese destino.

Aquel albino. De 13 años apenas.
Iría hoy con el director del FBI a presentarse ante el estado mayor, como aquel que suplantaría a su mentor.
Dirigiría el caso Kira y correría el mismo riesgo que corrió el original L.

Había despertado. Se quedó acostado mirando la nada un rato, pensando en lo inevitable.
Luego de esto, se levantó con la misma o tal vez un poco más pesadez que la del día anterior.
Se sentó sobre su cama y miró la ventana con un leve sentimiento de resignación.

Se paró y empezó a guardar sus cosas, para ir hasta Washington a presentarse.

Near quien estaba amarrándose las agujetas en ese instante. Escuchó la puerta que daba entrada al dormitorio donde el estaba preparandose, abrirse.

-¿Sucede algo?.- preguntó el albino hacia la persona que había entrado.

-Si señor.- Dijo una de las trabajadoras de la casa de Wammy.- El señor Rogger dice que lo espera en su oficina.-

-Esta bien.- Contestó de manera fría y desanimada.

Near terminó de preparar su maleta.
Cuando estuvo a punto de cerrarla. Vió el paquete de cartas de su amiga de la infancia. Dudó un poco si dejarlo, si llevarlo o si llevarlo fuera de la maleta.
Entonces tomó solo la primera carta y guardó las demás volviendo a amarrar aquel cordón que las mantenía juntas. Guardó el paquete, ahora sin la primera carta, en su maleta y terminó de cerrarla.

Se puso un abrigo un poco grande con bolsillos, dónde guardo aquel escrito, en el que se hallaban las palabras de su querida compañera. Deseaba leerlo talvez en el viaje, suponiendo que ese sería su único momento de tranquilidad y privacidad.

Se aproximó a la oficina de Rogger, dónde lo esperaban para darle instrucciones y despedirse más que nada de el.
Abrió la puerta y ahí se encontró, aparte del señor Rogger, a un hombre vestido de traje color café, de tes blanca, calvo, gordo, de mirada seria. Pasando, tal vez apenas a los 50 años. Pues aunque su cabeza no pudiera dar ese dato debido a su calvicie, su bigote hablaba por si mismo.

-Near.- Habló Rogger, -porfín llegas, empezaba a preocuparme un poco.-

-¿Este es el chico?.- preguntó aquel hombre formal con sobrepeso.

-Si es el.- Contestó Rogger confirmando.

-Comprendo...- Este se dirigió a Near para verlo más de cerca -Entenderás que portar este puesto es una gran responsabilidad e incluso aún más a tu corta edad. De hecho eh de admitir que me preocupa un poco tu juventud.- Expresó el hombre, acercándose e inclinandose para verle a los ojos al albino.

-Señor. Me ofende. Podré ser jóven aún, pero no afecta en nada mi capacidad para llevar un caso como este. Por algo soy el sucesor oficial de L, ¿No cree?.- Dijo este, respondiendo de forma certera al comentario de la persona que dudó de el, usando aquel típico estereotipo de la inmadurez juvenil.

-Bien, veo que entiendes la situación a la perfección. Eso me deja tranquilo.- Siguió hablando aquel desconocido.

-Near déjame presentarte a este hombre. El es el director Meison y será el quien te lleve a las oficinas del estado mayor para hacer oficial tu participación en el caso Kira.-

-Es un placer.- contestó el director dandole la mano a Near.

-Igualmente director.- contestó Near aceptando el apretón de manos.

La primavera que jamás llegó. (Near y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora