La mañana llegó.
Aquel chico se levantó con aún mas pesadez de la habitual.Miró el paquete que había puesto en su mesita de noche, al lado de la cama.
Una parte de el deseaba con muchas ansias leer lo que decían aquellos escritos. Sin embargo, una fuerte sensación de culpa, decepción y tal vez un poco de nervios. Lo invadía, pues el sabría lo que se iba a encontrar conforme avanzara con cada carta que leyera. Sabría bien que vería la decepción, que cada vez más continuaría, de su adorada compañera, que se encontraría plasmada desde la segunda carta. El no deseaba sentir el dolor de ver a ____ cada vez más triste o incluso, encontrarse en alguna de esas cartas, que el había sido reemplazado de algún modo.Miles de ideas como estas, pasaban por la cabeza del peliblanco. Un tipo de ansiedad silenciosa y sutil lo invadió.
Aquel se levantó de su cama. Tomó unos cuantos de sus juguetes y se fué a uno de los lugares donde jugaban habitualmente, de pequeños.
En este lugar, habitaba un recuerdo que a Near le llenaba el corazón de calidez, gracia y algo de diversión. Muy raras veces, cuando se metía de lleno a recordar con el mejor detalle aquel momento. Una pequeña sonrisa verdadera salía de su rostro.
Era invierno. Había nieve. Estaban en vísperas de navidad. Los niños jugaban en el campo con la nieve. Reían, se lanzaban bolas y construían muñecos.
Near, de apenas 8 años quien se encontraba construyendo uno de esos muñecos con ____. Se encontraba verdaderamente felíz y tranquilo.
-Near iré por una zanahoria para nuestro hombre de nieve. Tu busca piedras para hacerle la boca.- Dijo ____ animada, a su preciado amigo
-Está bien, tan solo evita que no te descubran las cocineras.-
-Ya sabes que a mí nunca me descubren jajaja.- rió orgullosa de su habilidad.
-Si, pero casi lo hacen una vez, de no haber sido por mi, que la distraje a tiempo.-
-Bueno, pero al final no pasó jeje. No me tardo.-
Near asintió y siguió dándole forma al muñeco de nieve que creaba con ____.
En eso llegó Mello y su grupo de amigos; siendo este el líder.
Aquel llegó alardeando de las excelentes calificaciones que había obtenido y rectificando que el había sido el mejor de todos.
También presumía que seguramente si seguía así, sería el sucesor oficial de L.-Hey miren ahí anda el rarito, divirtamonos un rato con el.- Near escuchó las voces de Mello y de quienes le seguían.
Empezó a estresarse sabiendo lo que ocurriría y tan solo trató de fijar su total atención al muñeco.- Miren quien anda por aquí jejeje.--Hola Mello...- Contestó Near molesto y tratando de ser cortés pero a la vez, evitarlo lo mejor posible
-Se ve que trabajas duro eh.- Near ignoró a Mello y siguió dándole forma a la nieve.- ¡Oye! ¡no seas maleducado! ¡Te estoy hablando! ¿O qué? ¿El bebé no sabe hablar aún?.- Dijo este tomando bruscamente de la ropa a Near.
-A bubu pobrecito no sabe hablar el nene.- Dijo uno de los acompañantes de Mello
-Y parece que ni siquiera sabe caminar, siempre está solo sentado de esa forma tan extraña.- dijo otro de ellos.
-Es cierto, ¿quien te enseñó a caminar?.- Mello vió a Near un momento, para después lanzarlo contra el suelo.- Oigan chicos, yo digo que si puede hablar, solo hay que provocar que lo haga.
Near había empezado a llorar un poco, pero trató de contener las lágrimas, mientras mantenía su cabeza hacia abajo para ocultarse y no mostrarse mas vulnerable de lo que ya estaba.
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La primavera que jamás llegó. (Near y tú)
Roman d'amourEl invierno. Aquella época tan fría y distante. Pareciera que mi alma y corazón se haya consumido por el frío que está evoca en su temporada. Aquella que pareció iluminar mi camino, quizá me habrá condenado a la soledad Yo que tanto busqué el rumbo...