Capítulo 3

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Semana 16 de embarazo

La pareja se encontraba acostada en su cama matrimonial, deberían estar durmiendo, pero la omega no podía por estar leyendo uno de los libros para madres primerizas que Lisa le regaló.

¡Semana dieciséis de embarazo! En esta semana tu bebé ya tiene una buena movilidad de sus manos, ya es capaz de abrirlas y cerrarlas. Además, ya empieza a aparecer el pelo de las cejas, y las uñas de los pies y manos. ¡También sus músculos ya se han desarrollado lo suficiente como para que empiece hacer algunas muecas!

Algunos omegas que están en cinta, afirman que en esta semana empiezan a sentir los movimientos del bebé.

—Ay no —habló aterrada. Había escuchado las veces que su mamá le dijo que cuanto ella era un feto y dio sus primeras patadas, no fueron tan débiles como pensaba y que se había asustado en el momento que empezó a sentirlas. Digamos que realmente les tenía cierto miedo a las patadas de un feto dentro suyo.

—¿Qué pasa? —cuestionó adormilada la rubia, con los ojos cerrados. Los abrió y miró a su esposa, suspiró al verla de nuevo leyendo ese libro. No es que no le gustara que Jennie estuviera interesada en lo que pasaba cada semana, pero si le preocupaba que empezara a deprimirse por ver cuanto peso iba a empezar a subir— Nini, ya duerme. Mañana debemos ir a trabajar temprano— puso su mano en su vientre, dando pequeñas caricias en el lugar.

—¿Qué tal si feto nace con alguna malformación... ¿Y si nace con una enfermedad? —y ahí empezábamos de nuevo con el pánico.

—Deja de decirle feto a nuestro cachorro o cachorra —dijo con tono dulce— Recuerda que pronto tenemos una cita con Kim y te hará los exámenes para descartar enfermedades —tomó entre sus manos el libro que tenía la omega, y antes de que esta se quejara, le dio un beso en los labios para tranquilizarla— Ahora duerme bonita, todo estará bien.

—¿Te olvidas de que soy cirujana pediátrica, de que he visto miles de bebés con casos similares? —suspiró cansada— Roseanne, no me digas que todo va a estar bien cuando sabemos que todo puede acabar en la muerte de feto —se dio la vuelta dándole la espalda a Roseanne, para que esta la abrazara y quedaran en posición de cucharita.

Jennie siempre al referirse de su cachorro o cachorra, le decía feto ya que aún no sabían el sexo.

—Sea cual sea el resultado, lo resolveremos, Nini —se apegó más a su esposa para luego, mientras acariciaba la ya notoria pancita de la castaña, soltar feromonas y calmar a la chica que prontamente se quedó dormida.                    

—Mi graduación fue un asco —bufó una de las omegas, Choi Jisu o como todos le decían Lia, cirujana pediátrica

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—Mi graduación fue un asco —bufó una de las omegas, Choi Jisu o como todos le decían Lia, cirujana pediátrica. Era la hora de almuerzo en el hospital, así que se dirigían a la cafetería a comer algo.

Hace poco había llegado unos pacientes que había tenido un accidente en su graduación. Donde se tomaron demasiado en serio "pasarla bien". ¿En que acabó? En que una chica adolescente quedara con un trozo de metal incrustado en su estómago, otros con fragmentos de vidrios incrustados por sus cuerpos, y otros con varias heridas. ¿Cómo paso eso? Solo se abusó demasiado del alcohol y las drogas.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Jisoo.

—Bueno, mi pareja de graduación encontró justo ese día a su pareja predestinada, justo el día en que me le iba a declarar. Luego pasé a tirarle mi vaso con bebida a la reina y me llevé una fuerte cachetada por parte de esta —Jisoo empezó a reírse para luego decir bajito un "lo siento" por encontrar gracia en la desgracia ajena— ¿Y ustedes? ¿Cómo fue su graduación?

—Vomité encima de Lisa, comí algo que me hizo mal y no alcance a ir al baño —hizo una mueca de asco al recordar tal incidente.

—Yo fui reina de la graduación —dijo Yuna, una alfa, cirujana de ortopedia— Aunque realmente nunca supe quién fue el rey, y luego me tuve que ir para sacar a mi padre de la cárcel —alzó los hombros.

—¿Y tú, Jennie? –preguntó Lia— ¿Tuviste una peor graduación que nosotras?

—Bueno... Tomando en cuenta que fue la noche donde fui con mi pareja predestinada, la acepté como alfa, y que luego de unos años acabé casada y esperando ahora a nuestro primer hijo o hija... Meh, no fue tan malo —dijo simple, mientras sus compañeras de trabajo, y también amigas, la miraban serias.

—¿Y en serio dices "no fue tan malo"? ¡Eso fue más que bueno, Jen! —exclamó Yuna. Bufó— El rico siempre humillando al pobre.

—Con que eso fue lo que pasó esa noche contigo y Roseanne, nunca me contaste eso —Jisoo solo recordaba que de un momento a otro, Roseanne y Jennie habían desaparecido.

—Espera, ¿Roseanne y tú son pareja hace tanto tiempo? Pensé que se habían conocido acá, en el hospital.

—Sí, sí, bueno, lo que sea. Ya vayamos a comer –se encaminó a la zona de comida para sacar lo que comería de almuerzo ese día. Su estómago pedía urgentemente algo de comida, y el feto de paso también.

—¿Cómo le pediste matrimonio a Jennie? —preguntó una alfa de también cabello rubio, Shin Ryujin, cirujana plástica

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—¿Cómo le pediste matrimonio a Jennie? —preguntó una alfa de también cabello rubio, Shin Ryujin, cirujana plástica.

Roseanne la miró confusa, pero decidió responder.

—Fue para nuestro aniversario. Decidimos pasarla en nuestro departamento mirando algunas películas, y cenando pizza mientras tomábamos vino —sonrió al recordar ese especial evento— Me puse muy nerviosa, así que en un momento cuando estábamos hablando sobre nuestros molestos vecinos, le pregunté si se quería casar conmigo —soltó una corta risa— Se atragantó con el vino y empezó a toser, prácticamente casi la mate. En fin, me dijo que sí y luego de unos meses, nos casamos.

Quizás no había sido la mejor propuesta de matrimonio, pero de cualquier forma, para ellas fue única y especial.

—¿Y el anillo? ¿Dónde lo compraste? He visto que Jennie aun lleva el anillo de compromiso, y déjame decirte que ese anillo es hermoso.

—Espera, ¿Le vas a pedir matrimonio a Lia? —Ryujin asintió con un sonrojo— Eso es grandioso, espero que todo salga bien —sacó un pedacito de papel junto con un lápiz pasta azul, donde escribió la dirección de la joyería de uno de los amigos de Jennie, Park Jimin— Allí compré el anillo de compromiso y el de matrimonio, realmente hay variedad y a buen precio —su localizador empezó a sonar, la necesitaban en urgencias— Debo irme, pero ¡Suerte, Ryujin!

De camino a urgencias empezó a recordar esos días inolvidables para su esposa y ella. Y no podía ocultar la felicidad que estos le traía.

𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝑪𝒐𝒍𝒅 𝑩𝒂𝒃𝒚² - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora