Domino y Overland, dos nombres, conocidos también como sinónimos de poder, respeto y admiración, ambos conocidos como las dinastías que lideran el mundo... Siguiendo la palabra del destino...
Aquella palabra que puede parecer minúscula pero en este...
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Samanta
Su mirada era imponente, no era difícil deducir que su carácter también... Pero eso no funcionaría conmigo...
- Ahora con su permiso, iré a recorrer las instalaciones para familiarizarme... O aquello también le desagrada?- dije antes de que pudiera pronunciar algo, me gire inmediatamente en dirección de los presentes y con una mirada, mis amigas captaron el mensaje de seguirme, por ello salimos en cuestión segundos de ahí las tres, como una sola.
Al final nos dirigimos a la cafetería a tomar algo, pues ahora les interesaba más cotillear sobre lo ocurrido que realizar el tour anteriormente mencionado.
- No puedo creer que le hayas hablado así... Sam, se que nunca te dejas de nadie pero eso fue superior - comentó Alisson con asombro, mientras tomaba su té.
- Yo solo puedo decir que no me esperaba menos de ti, sabía que no te dejarías de Logan. Es mi amigo y lo estimo pero a veces es un dolor de cabeza, debo de reconocer - continuó Elena con emoción
- Saben que no permito que me juzguen sin conocerme, ni siquiera ese tipo, así sea el gran jefe - les conteste, dejando mi taza de lado y recordando ese tono avellana penetrante.
- Ni siquiera Logan Overland puede contigo... - volvió a decir mi amiga castaña.
Logan Overland, claro que conocía su nombre... Uno de los hombres más poderosos del mundo, siendo el heredero de la segunda dinastía, era tal como me lo esperaba... Arrogante, frío, egocéntrico e insoportable, aunque condenadamente guapo, mi subsconsciente ante ese ultimo pensamiento, me regaño, obligandome a dejar de pensar en él.
- Bueno, vamos a hacer el recorrido? - comente poniéndome de pie, como una clara señal de querer conocer este edificio y mantener mis pensamientos centrados en otra cosa.
- Claro, vamos - respondió Elena, dejando su taza y la de Alisson también para salir de ahí e ir a otra instalación.
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Mientras tanto los chicos, se encontraban en la sala de juntas, hablando sobre la impresión que se habían llevado de Samanta, a excepción de Logan.
- No la quiero aquí... - fue su primera oración a pronunciar luego de estar en silencio unos minutos.
