¡Soy Una Merodeadora!

Capitulo 1

Comprometerme con quién?!

Estaba recostada en mí cama, disfrutando de los últimos días de vacaciones cuando Max, mí padre, entro a mí cuarto sin tocar la puerta.

- Hija, en la noche tendremos una cena importante, así que para las ocho te quiero bien arreglada en el salón principal - me lanzó un beso y se fue, sin siquiera esperar confirmación de que yo haya oído.

Miré el reloj que yacia colgado al otro lado de la habitación junto a un estandarte de Gryffindor, el cual marcaba las dos de la tarde, lo que me deja con mucho tiempo.

Decidí dejar de estar haciendo nada sola.

- Mamá, voy a lo de los Potter un rato, vuelvo para arreglarme - informé saliendo de mí casa.

- Bien, cuídate, y manda saludos a los Potter de mí parte - respondió mirándome sobre su libro.

Así es como salí de casa, cruce el patio, la cerca, y la calle, caminé dos cuadras a la derecha y ¡Tachan! En menos de cinco minutos estaba frente a la casa de uno de mis mejores amigos. El cual estaba tumbado en el pasto como si no tuviera nada que hacer... Cosa que quizá sea verdad.

- ¡Hola Jem! - exclamé asustandolo.

- Hey, Rig, entrá - así como lo dijo abrí el portón y pasé al patio de la casa.

- ¿Esta Louane?

- No, fue a la casa de Evans.

-  Agh, abandonadora ¿Como está tu día?

- Ahora mejor - dijo de forma coqueta, cosa que hace casi siempre, con casi todos -. Y el tuyo?

- Meh, no hice nada útil en todo el día - dije sentándome junto a él -. Terminé el libro que te había contado, el de el chico inadaptado y la chica que se adaptó a él.

- Ah, sí, sí. Cómo terminó? - preguntó con bastante interés.

- Mal, quedé sin estabilidad emocional - dije apretando los labios, a lo que el acarició mí cabeza como si de un perro se tratara -. Y eso no es lo peor, lo peor es que hay una de esas cenas "importantes".

- Ah, sí, mamá me dijo algo de que me tenía que arreglar para las ocho, que iríamos a tu casa - habló pensativo.

- ¿Alguna idea de que será esta vez?

- ¿Comprometer a alguno de tus hermanos o a ti? - respondió mirándome directamente, a lo que dijimos "nah" y estallamos en risas...

Y mierda que desearía que ese "nah" hubiera sido real.

- Sabemos que no les parecerá la mejor idea, pero el linaje de la sangre debe persistir - habló Walburga, en ese tono tan aristocrático que tienen los Black, y sí, somos parte de los sagrados 32.

Sirius me miró fijamente, a la vez que yo veía a la señora Black.

- Con todo respeto, pero en caso de que la relación vaya de mal en peor, podríamos romper el compromiso, no es así? - pregunté, con real duda, no es que no quiera a Sirius, pero él debe estar con Remus, y no estamos para andar comprometiéndonos a los quince años.

- El compromiso se puede romper una vez que ya casados, no puedan traer a un heredero al mundo luego de dos años - explico mí padre.

Y esto no era algo privado, ni algo en lo que estuviéramos votando, que si fuera así hubiera dicho ¡Casenme con James!, Sino que estábamos todas las familia sangre pura de mí generación y sus padres, en el salón ampliado de la casa.

Cuando terminó la parte formal de esto, es decir la cena y en anuncio de matrimonio, los adultos fueron a Merlín-sabra-donde mientras que los adolescentes, jóvenes y niños estábamos en patio, para eso se nos unió Remus, Louane y James, que estaban en la cena, solamente que algo más alejado. Y así, los cuatro (James, Louane, Sirius, Remus y yo), estábamos en una esquina hablando, o bueno ellos hablaban, yo pensaba en la fiesta de compromiso que se llevaría a cabo obligatoriamente en diciembre.