Capitulo 3: Charles

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Llegué a mi casa alrededor de las tres de la mañana, me quité los zapatos y me tendí en mi cama mirando al techo pensando es todo lo que ocurrió esta noche.

Debería dejar las patrullas nocturnas, pero es el momento en el que más delitos hay. El peso de unas patitas caminando sobre mi estómago interrumpieron mis pensamientos, levanto la cabeza para ver a Lavanda, mi linda gatita, en cuanto ve que tiene mi atención se echa sobre mi estómago esperando a que la acaricie.

-Hola mi pequeña- le sonrío mientras paso mis manos por su lomo y ella responde con un suave maullido acompañado de un ronroneo- hoy fue una noche muy agitada- digo soltando un suspiro- Para empezar, Matt, ¿te acuerdas del chico del que te hablé? - dije mirando a la gatita gris, ella solo me miró fijamente escuchando con atención- Lo vi hoy en la noche, tal vez eso no sea raro, pero estaba casi a las afueras de Manchester ¿Qué hacía ahí si vive en el centro? Además ¡ESTABA CON UNA PISTOLA! ¡¿QUÉ MIERDA HACÍA CON UNA PISTOLA?! Eso sí me dio miedo, claro no me quejo, me ayudó con el acosador que perseguía, eso no me preocupa tanto, o sea sí pero... ¿Y si reconoció mi voz? lo dudo pero, podría ser una posibilidad ¡AGH! mejor hay que dormir ¿No crees? - creo que esa idea le gusto ya que cierra sus ojitos y me acaricia con la cabeza, yo también cierro los ojos soltando un suspiro, sin darme cuenta me dormí.

(...)

-¡DESPIERTA BELLA DURMIENTE! - siento un peso sobre mi caer de repente.

-QUE MIERDA EMMA- digo empujándola de encima, cuando siento un golpe en el suelo acompañado de un quejido me vuelvo a tapar con las sábanas completamente.

-SON LAS 12 DEL MEDIO DIA, Y QUEDASTE EN ACOMPAÑARME A BUSCAR LAS COSAS PARA EL CUMPLEAÑOS DE THOMAS- dice mientras forcejea para quitarme las sábanas de encima- Okay tú te lo buscaste- no le presto atención a sus palabras hasta que siento el costado derecho de mi colchón levantarse, oh no, no se atrevería.

-¡Emma!- le grito, pero ya es tarde, estoy tendido en el suelo con el colchón sobre mi.

-Te lo dije, o te levantas o te juro por Dios que con un balde de agua fría te saco de esta habitación, ahora vístete.

-Okey, okay- digo rendido mientras siento la puerta cerrarse.

Me pongo de pie aun adormilado y busco una toalla en el closet, anoche no me duché después de que llegué, pues era muy tarde y haría mucho ruido, de seguro huelo a todo menos a rosas.

Ya sentado en la mesa para comer algo le pregunto a mi mamá que como dejó que Emma me despertara así y dijo ella que siempre estaría del lado de Emma, además de que al parecer ella tuvo la idea, no es muy conveniente que se lleven bien si van a estar haciendo esos planes, aprovecho de tomar un café y comer un pan con queso. Ya después de mi gran desayuno salimos hasta la parada de autobús para ir al centro comercial, a los cinco minutos llegó uno al cual nos subimos, el viaje era de 20 minutos los cuales pasaron rápido ya que fuimos escuchando música juntos. Nos bajamos en la parada más cercana a donde debíamos ir, dentro del centro habían como 3 tiendas que nos podían servir para comprar las cosas.

"Al límite"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora