Capítulo 1: Charles

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-¡Déjate atrapar que tengo que llegar a clases!- le grité al ladrón mientras corría tras él, lo perseguí hasta una esquina donde este chocó con un poste por mirar hacia atrás.

-Oye, ¿estás bien?- pregunté cuando lo vi tendido en el suelo - porque te veo más tieso que Iron Man en End Game- le digo mientras a lo lejos se oían las sirenas de la policía acercándose al lugar, mientras yo seguía sacudiendo al inconsciente en el suelo.

En menos de cinco minutos los oficiales ya estaban aquí, tomando cartas en el asunto. Me pongo de pie junto a ellos para ayudarles a levantar al ladrón que robó la joyería de unas cuadras más atrás.

-Gracias de nuevo Black Shadow, fuiste un gran aporte como siempre. - me dice el policía bien amable.

-No es molestia, siempre estoy para ayudar - le respondo frente a su agradecimiento- pero ya me tengo que ir lo siento. Adiós. - me despido y me voy rápido de la escena.

Me dirijo hacia un callejón para cambiarme de ropa, simplemente doy vuelta mi buzo negro y queda de un lindo color morado, saco un pantalón de mi mochila y cambio el que tenía puesto, ahora si que si al instituto. Mierda otra vez voy tarde, corro los más rápido que puedo al instituto, igualmente una hora tarde no es tanto ¿o sí?

-Rogers, ábreme la puerta por favor- le suplique al portero en la entrada.

-¿Otra vez tarde Jones?

-Lo siento, me surgió algo- le digo mientras le muestro una sonrisa inocente. Rogers soltando un suspiro de rendición me abre las puertas - Gracias, te debo una.

-Ya vete a clases niño.

Corro por los pasillos para llegar a la sala de clases con la señorita Smith de literatura, me detengo de golpe frente a la puerta del salón analizando mi siguiente paso, veo por la ventana para asegurarme de que la profesora esté de espalda para poder entrar y pasar desapercibido, vamos Charles, no debe ser tan difícil si eres un héroe, entrar sin que te vean será pan comido. Acerco la mano a la perilla para girarla lentamente, abrir la puerta y entrar en silencio, bien, no se dio cuenta. Camino de cuclillas por el fondo del salón rezando 10 padres nuestros y 20 ave marías para que la profesora no me pille.

-Alto ahí Jones- mierda, todo el salón gira sus cabezas para mirar hacia mí- ¿Otra vez tarde?

-Lo siento- digo poniéndome derecho y agachando la cabeza.

-Es el segundo retraso en la misma semana.

-Lo siento...

- Está bien, pero que no se vuelva a repetir- dijo soltando un suspiro cansado- ¿De acuerdo?

- Sí, señorita- camino a pasos largos y rápidos a mi lugar junto a Emma quien me mira con el rostro lleno de confusión.

- ¿Y a ti qué te pasó ahora?- susurró la pelirroja mientras saco mi cuaderno de la mochila.

"Al límite"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora