Prólogo

263 24 24
                                    

En algunos capítulos, habrás música entre los diálogos, será su decisión escucharlas para adentrarse más a la historia o no. 

Besos y bienvenidoooos

********

Estoy sentada en el pasto húmedo, el aire arrasa mi cabello y me trato de acobijar mejor con mi chamarra y con la cobija que trajimos, cuando siento unos escalofríos. Muevo mis manos en mi regazo nerviosamente, sintiéndolas sudadas por la presión que estoy haciendo en ellas; siempre me sucede cuando estoy a solas con él.

Lo volteo a ver, puedo observar su perfil y detallar sus largas pestañas, relamo mis labios cuando mi vista pasa por la curva de sus labios, baja su mirada hacia mí y me da una sonrisa tierna y llena de cariño, puedo detallar sus ojos color verde metálico.

¿Qué son esas sensaciones que siento cuando él me está viendo de esa forma? Se mueve para quedar a centímetros de mi cara. Recarga su frente con la mía, viéndome con esos ojos verdosos, que ahora denotan un brillo amarillo por la luz de la luna y puedo observar que brillan con un sentimiento que me cuesta creer, nadie me había mirado de esa forma. En esta cercanía puedo observar las pecas que tiene alrededor de su nariz. Instintivamente llevo mi mano hacia ella y empiezo a contornarla con mi dedo.

- Pensé que veníamos a ver la luna – le digo, cerrando los ojos.

- En eso estamos, pero decidiste interrumpirme cuando no podías quitarme la mirada de encima-. Sonrió, se separa un poco y pone su mano en mi mejilla, trazando la forma de ella con su pulgar; me estremezco ante la sensación y vuelvo a abrir los ojos, para no perderme ningún detalle de este momento.

Me vuelvo acercar a él y posicionó mis manos en sus mejillas; me sonríe y ahora es él el que cierra los ojos.

- Max, - susurró.

Suena la alarma y muevo mi mano por la mesita de noche tratando de encontrar mi celular para apagar la bendita alarma; lo encuentro y apago la alarma.

¡Dios! Es la tercera vez en este mes que sueño otra vez con él, han pasado 3 años y sigue estando en mis pensamientos.

Solo sal de mi cabeza, maldita sea.

Me paso la mano por la cara, intentando espabilarme. Y es ahí cuando vuelvo a ver la hora y me hago consciente de que voy tarde a la firma del contrato.

- ¡MIERDA! – me levantó, ocasionando un mareo. Me estabilizo y me voy al baño a tratar de arreglar el desorden que soy todas las mañanas.

Mierda, hoy tu cabello decidió amanecer con un nido de pájaros.

Cállate, no tengo tiempo para bañarme. Me agarro el cabello en una coleta, me lavo la cara y los dientes. Cuando acabo mi rutina, salgo corriendo de la baño para poderme poner el traje elegante retro color azul, que compre solo para esta ocasión.

Terminando, salgo corriendo y escucho las patas de mi perro corriendo por las escaleras.

- Vlad, has de tener hambre. – Le digo acercándome a él y acariciándole la cabeza. Es un Setter Gordon negro. Cuando inicio el descenso de las escaleras, él baja detrás mío. – Ahí vienes como mi cola. – Llego a la cocina y le sirvo de comer y le vuelvo a llenar su plato de agua, me cercioró de que tenga abierta la puerta de la parte de atrás, para poder hacer sus necesidades.

Agarro mi termo, me sirvo el café que está listo en la cafetera programada y salgo corriendo, poniéndome un abrigo negro en busca de un taxi.

Dentro del taxi, mi celular suena.

Nuestro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora