Filias, parafilias Y Obsesiones (Male Reader x Personaje anime masculino)

Tamaki Amajiki

Mimos y Marcas
.....

Narra el escritor

Cómo ya deben de saber, Tamaki Amajiki puede ser la perfecta definición de "chico tímido, depresivo y adorable" y para colmo, muy inseguro, por eso, cuando te le declaraste el pobre sintió tanta felicidad como miedo, ya que pensó que te estabas burlando de él, pero, estaba tan enamorado de ti, que no le importo ser un juguete por un tiempo mientras pueda estar a tu lado, también pensó seriamente que te ibas a aburrir de su forma de ser

Ahora, a unos meses de cumplir 5 años de novios, no podía creer que pensó eso de ti, eras su más fuerte pilar, te amaba con todo su corazón. Mirio y Nejire estaban felices por él, se notaba lo feliz que era el peli-azul marino.

Angel: vamos cariño --lo carga en brazos--

Tamaki se estremeció en lo brazos de su pareja, y se avergonzo mucho, estaban a punto de entrar a su nueva casa, Angel había comprado un apartamento cerca de su agencia para mejor comodidad, y también para privacidad, ahora estaba entrando con Tamaki en brazos como recién casados.

Angel: mi lindo púlpito --sonrie-- esta es nuestra casa bebé --aun con el menor en brazos--

Tamaki: es bonita --dijo en un tono bajito mirando lo hermoso del lugar, y acurrucandose más en los brazos de su pareja--

Angel: mira, acá está la cocina... Por aquí las habitaciones y- --interrumpido--

Tamaki: A-Angel --lo mira-- ¿do-donde duermo yo?

Lo miraste lleno de amor y besaste su frente

Angel: bueno... Lo que pasa es que --se mete a su habitación-- quiero que duermas conmigo, si es posible --sonrie-- si no, tranquilo, lo acepto, hasta que estés cómodo

Tamaki sonrió feliz y beso la mejilla de su novio, tenía una pequeña (gran) obsesión por recibir mimos de su pareja.

Tamaki: si, quiero dormir contigo --dijo suavemente y muy avergonzado--

Recibió una sonrisa igual de hermosa por parte del mayor, siguió mostrándole el departamento, al terminar, lo dejo con suavidad en la cama de su habitación.

Angel: ¿Pedimos comida? No tengo ganas de hacer nada más que mimarte y darte muchos besitos --Murmuro acomodándose en el pecho de su novio, Logrando que Tamaki se avergonzara--

Tamaki: yo ... Yo tampoco quiero que salgas de la habitación --sonrojado--

Sonreiste aún más feliz, y lo besaste, logrando que tu niño sonriera y jadera entre el beso, pediste comida y rápidamente fuiste jalado a la cama nuevamente, tu novio se acomodó en tu pecho y se acurrucó, podías ver las puntas de sus orejitas ardiendo en rojo, pero no lo ibas a molestar más, sabías que le había costado hacer todo lo anterior.

Angel; ¿quieres ver una peli mi amor? --murmuro acurrucandolo a su lado y dejando besitos en su cabeza--

Como respuests escuchaste un pequeño "mmjj" con un pequeño asentimiento de cabeza, seguidamente, sus brazos se deslizaron lentamente por tu torzo.

Vieron una película de héroes por petición de tu niño, cuando llegó la comida tú fuiste a buscarla y al volver viste a Tamaki tenso, rápidamente te acercaste y preguntaste la razón, el no dijo nada, solo se aferró a ti y dejo que lo llenaras de besos, hasta que se calmo y estaba nuevamente tranquilo, comieron viendo el resto de la película, compartiendo besos de vez en cuando, hasta que llegó la hora de dormir, acurrucados uno al lado del otro, Tamaki estaba extrañamente muy aferrado a ti, después de unos minutos ambos calleron dormidos.

Pero la cosa no acaba ahí, con el pasar de los días, comenzaste a notar a ti niño muy posesivo? De la nada se te aferraba, podías estar sudado, o simplemente durmiendo cuando de la nada se te tiraba encima y se hacía abrazarlo, te parecía bastante lindo, pero casi colapsaste cuando un día te estabas bañando y el entro y se apego a ti, aún con su pijama puesto, ese día terminaron por tener su primera vez en el baño.

Hasta que un día de verdad esto ya se estaba pasando, no te molestaba abrazarlo y besarlo cada que quisiera, pero querer subirse sobre ti y abrazarte en pleno restaurante, algo andaba mal.

Angel: bien, hablemos, ¿Que está pasando? --preguntaste cuando lo dejaste en sillón de su casa, lo habías tenido que subir cargando pues este se negaba a soltarte--

Tamaki tembló y bajo su cabeza apenado, de verdad sentía haber hecho eso en el restaurante, pero de verdad, no sabía cómo controlarse

Tamaki: no se --murmuro bajito-- te juro que no puedo controlar mi cuerpo, solo quiero abrazarte y que tú me abraces a mi, quiero besos a cada hora, y-y --apunto de llorar-- perdón por incomodarte

Angel; noo, cariño, no me incómodas, --rapidamente lo abraza-- solo, quería saber que pasaba, me encanta abrazarte y besarte, pero no podemos hacer eso en público ** lamentablemente hay aún demasiadas personas homofibicas y lo último que quiero es que tú salgas lastimado** --pensaste lo último--

Tamaki: te juro que no puedo controlarlo --solloza-- te miro, y tengo una necesidad por ser abrazado

Sonreiste con amor y lo sentaste en tus piernas, Tamaki rápidamente se acurruco en su pecho

Angel: entonces, tratemos juntos de controlarnos --besaste sus labios--

Lo hicieron sobre el sillón, contra la mesa y en la cocina, hasta que estuvieron artos, hasta que sus piernas estaba débiles, pero aún así al llegar a la cama Tamaki se aferró a ti.

Fue duro, más para tu espalda, pero al final de cada noche, hacías tuyo a tu pequeño novio unas dos veces por noche, lo sobre cargabas de mimos, y lo llenabas de amor, Tamaki gracias a esto podía controlarse en la calle, pero al llegar a casa, adiós timidez, adiós chico lindo, y adiós cicatrización de espalda.

Lentamente fueron saltándose noches, seis noches si, una no, cinco si, dos no, así hasta que establecieron algo "saludable" para ambos, y Tamaki podía ir contigo a todos lados mostrándose afecto, más y sin embargo ya no se subía sobre ti en un lugar público, ni te dejaba chupetones a la vista de otros.

Por fin estaba pasando el periodo de obsesión por marcarte y por los mimos en exceso, o por lo menos en público, porque en la seguridad de su casa, la historia era diferente, después de dos años viviendo juntos entendiste que eso ya no se le iba a ir, así que solo te quedó aprovechar, y acostumbrarte, aunque igual te daba algo de vergüenza cuando sus hijos (adoptados) te preguntan porque tantas marcas en el cuerpo, y tú mientras les respondias con una mentira, mirabas acusadoramente a tu pareja el cual se sonrojaba y desviaba la mirada con una pequeña sonrisa.

Fin