XI: "Te lo advertí"

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No olviden que sus comentarios me hacen super feliz, y que de verdad me pongo triste cuando no lo hacen.

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(Narrador omnisciente)

El hecho de que el tercer Pro-héroe "Shoto" estaba casado no era un secreto, era un tema público, tal y como lo era el hecho de que su esposa, la cual le había dado una hija, era quirkless.

La suertuda mujer que había atrapado el corazón del bicolor, estaba rodeada de héroes; su suegro era el héroe N°1, ella también era amiga del N°2, esposa del N° 3, y conocía a muchos otros héroes famosos.

...

Sería algo bastante estúpido si los villanos no se aprovecharan de ello.

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(Narrador {perspectiva de Katsuki})

-. Yui~_ la dulce voz resonaba en la sala._ ¿dónde estás~?

-. Jiji._ unas ligeras risas atrajeron la atención de la adulta.

-. Oh~, ya veo~, seguro que está en la cocina._ la voz se alejó un poco y una albina se asomó desde su escondite._ ¡Te encontré!

-. ¡AH!, ¡Mamá, siempre me encuentras!_ decía la menor después de haber sido descubierta.

-. Es que te amo tanto que siempre sé donde estás, es una conexión._ respondía la peli-verde con una sonrisa.

-. Ajá, eso ó te dejaste los pies fuera del escondite._ dijo con burla el cenizo.

-. ¿Lo hice, mami?_ cuestionó la pequeña.

-. Fm, sí cariño, se te olvidó esconder tus piernas._ contestó.

-. Ja, ven mocosa._ el adulto la llamó extendiendo los brazos, amaba a esa niña.

-. SÍ._ ella corrió y se tiró sobre su pecho.

-. Yui te quiere muchísimo, Ka-chan.

-. Mn, no tienes que decírmelo.

-. Igual lo haré._ él levantó la mirada y parecía que ella tenía una batalla interna, como si quisiese decir algo más.

-. Bueno, no es como si me molestara.

-. Te quiero mu~cho, tío._ canturreó.

-. Lo sé.

-. ¿Tu me quieres?_ pregunta mientras hace ojitos de cachorrito.

-. No.

-. ¡¿Qué?! ¡No te creo!

-. Pfft--, yo no te quiero.

-. ¡Sí me quieres!

-. ¡¿Si lo sabes, entonces para qué preguntas?!_ gritó él mientras le hacía cosquillas.

-. Jajajjajaja, NO, MAMÁ-- jajajajajaja, ¡AYudA!_ pedía.

-. NoooOOoo, ¡Suelta a mi bebé!_ empezaba a forcejear con el cenizo por la albina, claramente bromeando.

-. NUNCA.

-. ¡MamAaaaAá!

Los tres habían estado jugando entre risas toda la mañana, y, entre el forcejeo, Katsuki terminó jalando a la peli-verde junto a la albina, y ambas cayeron sobre su pecho, aunque la más pequeña rebotó y cayó al sofá.

Lo Intentaré Hasta LograrloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora