Lo Intentaré Hasta Lograrlo

XVII: "¿Un sueño placentero?"

(Narrador)

Desde que el cenizo perdió a Yui, no había podido dormir sin tener el mismo sueño de la pequeña desintegrandose, sin embargo, mientras dormía en el calor del pecho de la peli-verde, tuvo un sueño placido, uno en el que la albina y su madre jugaban juntas en el jardín.

Ellas corrían y reían felices, luego, Yui se detuvo para pedirle que juegue con ellas, él, sentado en el cesped, negó con la cabeza, puesto a que no quería arruinar la diversión de la pecosa, pero Izuku se acercó a él y le dio un beso en la frente, tomó su mano y lo jaló con ella para divertirse juntos.

Los tres jugaron juntos mucho tiempo, tanto, que el hermoso cielo celeste se volvió azul, para este momento, ambos yacían echados con la menor dormida entre ellos.

-. Te amo..._ le susurró la adulta mientras se acurrucaba junto a él.

Su corazón se volvió loco y la sangre fluyó con rapidez a su rostro.

-. Hey, Ka-chan, tengo frío, ¿vamos a dormir dentro?_ preguntó mientras acomodaba a la pequeña para cargarla.

-. ...¿vamos...?_ preguntó Katsuki._ ¿los dos?

-. ¿Sí?, la cama va estar muy fría sin ti, siempre lo ha estado._ respondió como si siempre hubieran vivido juntos.

-. Ah, claro._ el cenizo sintió algo, quizás era el viento, o, ¿quizás sería el hecho de que su sentido del tacto no parecía funcionar?, o quizás su subconsciente diciéndole que aproveche porque esto no era real, no lo sabe, pero decidió seguir la corriente.

Los tres entraron a la pequeña casa, y, después de arropar a Yui, se fueron a dormir a su propia habitación; el cuarto estaba lleno de cosas de ambos, como un cuarto de pareja, las fotos tenían a ambos juntos, los cuadros y escenarios le eran familiares, pero al mismo tiempo eran diferentes, el cuarto y la casa en sí le eran incómodamente familiar, excepto por sus cosas, el comportamiento de las dos mujeres y su propia imagen.

-. ¿Ka-chan?_ lo llamó Izuku.

-. ¿Mn?

-. Ven a acostarte, ¿mañana no tienes trabajo?_ él la miró, echada en su lado de la cama, se acercó y durmió a su lado.

Para cuando despertó, escuchó la voz de la peli-verde y otra voz que no lograba reconocer. Se levantó y caminó medio dormido hacia la sala.

-. Yui Bakugo. ¿No puedes llevarte bien con los amigos de mamá?_ le recriminó la pecosa seriamente.

-. Mamá, nunca me llevaré bien con ellos, a veces eres demasiado ingenua con las personas a tu alrededor..._ se quejó una albina de aproximadamente 17 años que decía ser Yui pero eso no podía ser porque Yui era una NIÑA de 5 años._ ¡Tú dile papá!_ le dijo la joven cuando notó su presencia.

-. ¿Papá?_ repitió Katsuki confundido.

-. Ah, 'sorry', quise decir papi._ sonrió la adolescente mientras se acercaba a él y le daba un abrazo y un beso en la mejilla.

-. Yui, no metas a tu papá en esto._ dijo la pecosa mientras se acercaba también a él._ Buenas días bella durmiente~, ¿dormiste bien?_ la mano de la adulta atrajo su rostro suavemente y le dio un beso en la otra mejilla.

-. ¿Qué está pasando?_ cuestionó sumamente confundido.

-. Aww, ¿mi princesa necesita un beso para despertar?_ rió la peli-verde y atrajo su rostro otra vez para dejarle un beso en los labios._ ¿Ya despertaste?