Cuarta parte de la serie Not in the same way
A Soulmate Who Wasn't Meant To Be
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Noche de la fiesta
Daniel
Había sido llevado a un pequeño bar por Roberto quien insistió en que debían salir a pesar de que Daniel le dijo que no estaba de ánimos.
Había despertado está mañana con el cuerpo de su amigo junto al suyo. Se arrepintió al instante, no sentía nada por él. Ninguno dijo nada, pero fue conciente de como Roberto había agarrado su camiseta antes de irse, no le tomó importancia.
Ambos ahora estaban sentados frente a frente en una pequeña mesa cerca de la barra, con dos bebidas esperando por ellos.
- Quiero hablar con Diego - Daniel soltó obteniendo la completa atención de Roberto.
- ¿Por qué?
- Has visto como me encuentro, solo necesito escuchar porque las mentiras, porque hizo lo que hizo, tal vez así me sienta un poco mejor...
- Daniel - Roberto interrumpió - Diego no te quiere, te mintió, te utilizó, él de seguro se está riendo de tu estado en este momento.
- No lo sé, que tal si...
- No quería decirte esto - Roberto volvió a interrumpir - Pero ayer en la universidad ví a Diego besandose con Simon. Dicen que ya están en una relación.
Daniel suspiró, nunca debió siquiera pensar en escuchar lo que Diego tenía que decir. Quizás sabía que en algún punto Diego simplemente ya no querria hablar con él
Pero no pensó que pudiera hacerlo tan fácilmente
No dijo nada más, agarró su bebida y se la tomó de golpe.
Su vista se desvió a un punto en específico, pensó entonces que sus ojos lo engañaban. Pero no, ahí estaba Diego, bailando entre los cuerpos sudorosos de la pista de baile. Se veía feliz
Extrañaba todo lo que veía. Cuando aquellos ojos se posaban en él con aquel fuego que lo encendía.
Extrañaba a aquella persona que sabía todos sus secretos.
No desvió su vista de Diego y tal vez hizo bien, pies observó como el chico se tambaleaba un poco, estaba jodidamente mal. Otro chico más grande lo jaló del brazo, Diego intentaba resistirse.
Sus manos temblaron, debía ir a ayudarlo. Debía hacerlo.
- ¿Daniel a dónde vas? - Roberto preguntó cuándo se levantó de golpe dispuesto a ir a ayudar al menor.
Caminó hasta el rincón en el que estaba acorralando a Diego y se posó a un lado de ellos.
- Él está conmigo - Gruñó cundo vió al hombre más grande besarle el cuello. Y a Diego intentado alejarlo
- Lárgate niño. - el hombre mayor gruñó de vuelta separándose un poco. Daniel lo empujó, afortunadamente el hombre estaba lo suficientemente borracho para moverse y casi caerse con algo tan simple como eso.
- lo siento, lo siento. Se está cayendo de borracho - otro hombre llegó de la nada agarrando al primero y llevándoselo de ahí.
- ¿Estás bien? - Daniel preguntó. El otro chico solo asintió con una sonrisa de la nada abrazándolo con fuerza y enterrando su rostro en el cuello de Dan.
- Gracias por salvarme - susurró, su aliento golpeando en esa área tan sensible. Levantó el rostro y depositó un pequeño beso en los labios de Dan, quien se apartó al instante de sentir el rose.
