Resumen: En una noche de fiesta Diego conoce a una chica que podría ser el amor de su vida
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La noche era oscura y fría, pero de alguna manera los cuerpo calientes de las personas a su alrededor hacían que Diego no lo sintiera. Estaba mas perdido en sus propios pensamientos que en poner atención de lo que pasaba a su alrededor. La gira estaba siendo muy pesada, viajar de ciudad en ciudad era algo agotador, pero fue algo que siempre quiso.
Mañana viajarían a Europa, pero no estaba listo, su mente estaba kilómetros lejos de ahí, no junto a Dayana, su ahora ex novia, ni tampoco con las otras cinco chicas que había conocido en la ultima semana.
Nadie le había dicho que ser famoso iba a atraer un montón de personas que solo iban a estar ahí con él por mero interés. Le gustaba la atención. Pero ya no era muy cómodo que en cada esquina te persiguieran, en la mañana incluso unas niñas le habían robado su chaqueta en plena calle.
Levantó la vista para tratar de encontrar a Daniel entre la multitud pero no lo vio, supuso que estaba perdido entre el mar de gente que estaba arremolinándose en el lugar. El chico era quien mejor la pasaba cuando salían de fiesta. Aunque después era el que mas se quejaba por la resaca.
- ¿quieres bailar? — La voz de aquella chica lo había alertado por completo, llevó su mirada hacia ella, era una chica bajita, de cabello largo y negro.
No era ella
Negó
No podía permanecer ahí. Así que solo regresó al hotel donde se recostó cansado. Su mente vagó una vez mas a aquella noche
- ¿bailas? — levantó la vista para encontrarse con una chica alta, cabellera rizada y castaña, su tez era morena y sus ojos relucían por las distintas tonalidades de luz en aquel lugar. Lo miraba con una sonrisa coqueta y atrevida. Estaba dispuesto a decirle que no — Oh, lo siento. Hola ¿Cómo estas? Te invito a bailar — tal vez fue por su forma de hablar o tal vez había sido otra cosa pero se escuchó a si mismo aceptando la propuesta de la chica.
Ambos caminaron a la pista, Diego sin poder despegar su vista de ella, había algo mas en ella, algo que lo estaba atrayendo como un imán.
Se empezaron a mover al ritmo de la música vibrante entre sonrisas y movimientos torpes.
-no eres muy bueno en esto — la chica se rió. Diego también lo hizo
-este tipo de música no es mi estilo — respondió
-Bueno te perdono porque me has parecido interesante — contrario a él, la chica sabía cómo moverse
-¿guapo? — preguntó con curiosidad
-he visto chicos mas lindos por aquí. Pero acepto que eres guapo — el chico bufó ante su respuesta — no me digas que te has ofendido – ella quiso saber antes de darse media vuelta para pegar su espalda al torso de diego
-claro que no. al menos admites que soy guapo — ambos volvieron a reír
-¿te gustaría ir a algún lugar mas privado? – la castaña susurró en su oído haciendo que su piel se erizara por completo. Asintió sin poder articular palabra alguna
La chica sonrió y lo jaló entre la multitud sacándolo del lugar.
Diego sabia que estaba mal, su voz interna se lo estaba gritando. Mañana mismo podría estar en todas las portadas de las revistas si la chica se decidía a hablar. Entonces ¿por qué la estaba siguiendo? ¿Por que no paraba y daba la vuelta para irse al hotel con el resto de los chicos de su banda?
