Es una noche preciosa. Las vacaciones de invierno han comenzado y el tiempo libre comienza a ser abrumador.
Al principio el comienzo de la semana fue agradable, entre descansos cortos fui capaz de conseguir terminar la tarea antes de empezar el primer fin de semana feriado. Aunque estoy orgullosa de poner en orden los pendientes académicos, eso nos lleva al problema en cuestión.
No tengo nada interesante qué hacer. Reiji–san fue amable con los elogios ante mi desempeño académico, lo cual fue premiado con varios libros selectos de su colección para mi disfrute. Un detalle dulce de su parte que sigo disfrutando hoy en día.
Pero el hecho de leer sin parar comienza a molestar a mis ojos y los músculos piden que haga más movimientos que simplemente estar sentada todo el día. Los vampiros no parecen tener ese problema por lo que veo, otro detalle que los vuelve interesantes a mis ojos.
Laito–san está castigado por alguna situación que no quieren decirme, y yo misma no quiero saber. Es una lástima porque estoy haciendo las pases con Laito–san y él prometió que daríamos un paseo de reconciliación, de compras seguramente. Sigo bajo esa amenaza. Pero ahora toca esperar hasta que se levante el castigo y Laito–san se mantenga alejado de los problemas. Es de tontos ir en contra de Reiji–san, lo respeto lo suficiente para no decepcionar su confianza por una tontería. Soy paciente, puedo esperar. ¿Él? No tanto.
La vida es más difícil confinada en un mismo edificio junto a Komori–san, las 24 horas del día los 07 días de la semana. Era más fácil de evitar cuando teníamos un horario que seguir, vaya castigo. Al menos se ha detenido con los intentos de asesinato. Un día intentó asfixiarme mientras dormía, no contaba con la presencia de Shū–san invadiendo mi espacio así que por esa razón sigo viva. No entiendo cómo llegó a tener esta obsesión por matarme, pero nadie entiende lo que obsesiona a los locos en primer lugar. Solo lo hacen.
En cuanto a los otros hermanos Sakamaki, mi relación con Ayato–san y Kanato–san es... ¿Como decirlo? Menos pesada u hostil, pero todavía hay enemistad de por medio que nos pone a la defensiva alrededor del otro. Sus personalidades chocan constantemente con la mía, incluso si hemos descubierto que tenemos gustos y pasatiempos similares no se puede evitar que queramos saltar en el cuello del otro. Al menos somos civilizados el uno con el otro si es necesario, son más tolerables que Komori–san. En serio, no entiendo porque quiere matarme con tantas ganas.
Subaru–san es el chico distante habitual, le gusta mantener la distancia y socializar solo lo necesario. Todavía me acompaña en el desayuno e hicimos algunas tareas juntos, que es la única razón por la que hizo la tarea en primer lugar; fuera de eso él es feliz aislado de todos en la mansión. A veces lo veo cuidar del jardín a través de la ventana, otras veces lo veo vagar por los alrededores del bosque en la noche cuando no puede dormir. Creo que es el hermano que más se toma en serio su naturaleza de vampiro.
En cuanto a Shū–san... bueno, es Shū–san. Es el más beneficiado del encierro, se la pasa dormido a mi alrededor las 24 horas del día. Las únicas veces que esta despierto es para comer, o para exigir información de mi naturaleza dracónica, o para hacer que toque el piano según lo que quiera oír en ese momento. También interrumpe mi lectura para llevarme a la cama y usarme de almohada. Shū–san tiene un serio problema con dormir a todas horas, a veces pienso que padece de narcolepsia pero los síntomas no están relacionados. Quizá tiene insomio y todo es una farsa, no lo sé.
Oniisan se ha mantenido en contacto conmigo a través del celular que me dió. Tuve problemas en aprender a usarlo, pero valió la pena. En la agenda vienen los números de Oniisan y Umeko–chan, también de Akatsuki–sama y cuatro personas más que no conozco. Este pequeño y milagroso aparato es bastante util para hablar con Akatsuki–sama cuando siento que estoy a punto de romper.
ESTÁS LEYENDO
Look at Me || Akatsuki No Yona + Diabolik Lovers
FanficCuenta la leyenda que el origen del Reino de Kouka fue conseguido gracias al liderazgo del gran Dragón Rojo, aquel que bajó de los cielos y tomó la forma de un mundano, mostrando así el amor que sentía hacia los humanos. Con su flamante cabellera ro...