Harry Potter But Different

Capitulo 36

"Tengo que irme, te veré más tarde", dijo Harry, mirando la hora, dándose cuenta de que casi llegaba tarde al entrenamiento con Blake. Agarrando su mochila, se la colgó sobre los hombros mientras saltaba, fuera del césped y se estiraba preparándose para correr a los aposentos de Blake.

"¿A dónde vas?" Preguntó Fred, incorporándose, George también estaba haciendo lo mismo, todos habían salido a tomar el sol mientras podían. No era frecuente que uno tomara el sol sobre todo tan lejos en Escocia.

"Tengo entrenamiento con Blake", explicó Harry, y vaya que era maravilloso no tener que lidiar con ningún tipo de celos. Fred y George se limitaron a asentir como si tuviera sentido, y estaban bastante contentos de dejarle ir sin discusiones ni ataques de celos irracionales porque estaba haciendo algo diferente y nadie más podía unirse.

"Pregunta si podemos ir un día", pidió George, dedicándole una sonrisa, "me gustaría ver a qué nos enfrentamos", se convirtió en una sonrisa tortuosa, "además, me gustaría verlo moverse". Blake era intimidante, sí, pero absolutamente precioso. Sabían que nunca tendrían una oportunidad con él, aunque fueran gays, que no lo eran. Tenían chicas que les gustaban y estaban en proceso de cortejarlas lo mejor posible. Sin embargo, eso no significaba que no pudieran apreciar su buen aspecto.

Harry tuvo una arcada, y se puso verde. "¡Demasiada información!", refunfuñó, negando con la cabeza a los dos. "Preguntaré a ver qué dice", añadió, antes de gritar un rápido "¡Adiós!" antes de salir corriendo de los terrenos, dejando a Fred y George riendo a carcajadas desde donde estaban sentados.

Demostró la buena forma física que estaba adquiriendo Harry el hecho de que sólo tardara seis minutos en llegar al aula de Defensa contra las Artes Oscuras. Todos esos ejercicios estaban funcionando, haciendo que su resistencia se extendiera más, los duelos probablemente también estaban ayudando.

Subió trotando las escaleras hasta llegar a los aposentos de Blake, y abrió la puerta que le facilitaba la entrada. No le sorprendió encontrar a Severus allí también, ya que era raro ver a su maestro de Pociones sin su guardián mágico. "¡Hola! Fred y George quieren venir a una de las lecciones", decidiendo no decirles exactamente lo que se decía. Blake estaba inclinado sobre una mesa, revisando unos cuantos libros, previamente parecía sumido en sus pensamientos antes de hacer su entrada. Severus estaba sentado en el asiento más cercano a él, no parecía tan inexpresivo como normalmente y también estaba relajado, como si pudiera confiar en ellos.

"Entonces tráelos la próxima vez", le informó Blake, no tenía ningún problema con los gemelos, y con lo mucho que estaban ayudando a Harry a relajarse y a pasarlo bien en Hogwarts... en realidad se lo debía. Sólo deseaba haber decidido romper su amistad con Granger y Weasley y hacerse amigo de los gemelos como es debido. No lo había hecho pero eso era la vida, otra vida, no importaba ahora. Tanto él como Severus podían ver los cambios en Harry, no estaban ciegos a ello. "¿Te ha estado molestando Dumbledore?", preguntó, como solía hacer.

"No, nada", Harry sacudió la cabeza para enfatizar su respuesta. Lo agradecía, no quería estar a solas con Dumbledore ni soportar sus manipulaciones. Sinceramente, tenía lo que quería en la vida, cosas que Dumbledore le había estado negando durante quince años. ¿Ahora intentaba manipularlo para que volviera a ser su chico de oro? ¿Para que desconfiara de Blake? Si supiera la verdad. Desconfiar de Blake sería desconfiar de sí mismo.

"Bien", afirmó Blake con firmeza, con los ojos brillando en la oscuridad como siempre lo hacían cuando pensaban en Dumbledore.

"¿Qué está pasando?" Preguntó Harry, queriendo saber qué estaba pasando, y sabía que algo pasaba.

Blake miró especulativamente a Harry, preguntándose si podía confiar en que el adolescente hiciera lo que le decían. Harry lo intentaría, lo sabía, pero también sabía que era muy impulsivo cuando alguien que le importaba estaba en peligro.