DOS

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Aparco el vehículo frente a una casa muy extraña aquí en Reseda, abro la puerta y la cierro de golpe, me encaminó hacia la casa y hay unos niños juegan en el patio lleno de césped, uno de ellos me mira.

-Hola- saludo y ellos retroceden, les sonrio para que puedan confiar en mi aunque se que no lo harán porque ya hicieron su primer defensa al alejarse de mi- Un amigo me dio esta dirección, estoy buscando a...- me quedó mirando el nombre y hago una mueca, no se como pronunciarlo- ¿Choque? ¿Chomen? Demonios, ¿que dice? -hablo para mi misma.

-¿Chozen?-pregunto el niño y lo observo- Es mi abuelo, ¿Quien eres tu?

Abro mi boca para contestar pero una voz me interrumpe, veo a un hombre acercándose a nosotros y los niños se colocan detrás de él

-¿Quien eres tu?-me pregunta de forma demandante y lo entiendo hasta cierto punto ¿Quien en sus cinco sentidos le hace preguntas a unos niños y no piensan que se los pueden robar?.

-Buenas tardes señor- le sonrió pero el no me devuelve la sonrisa solo permanece serio- ¿Usted es Chozen Toguchi?- le pregunto su nombre y agradezco que el niño me haya corregido, porque hubiera quedado mal ante el hombre como una posible ladrona y que no se leer.

El hombre mira a los niños y les habla en japonés.

-Ima ie ni haitte, watashiniha jūyōna hōmon-sha ga imasu- los niños asienten con la cabeza y se alejan del hombre.

Si mi japonés no me falla dijo que llamaría a la policía. Nerviosa hablo:

-Por favor, no quiero robar a los niños o algo por el estilo y no quiero ir a prisión.

El hombre suelta una pequeña risa divertida.

-Les pedí a mis nietos que entraran a la casa, que tengo una visita importante que atender, no tengas miedo Lawrence.

Y los papeles cambian. Cuando llegue aquí yo me sentía una secuestradora por hablar con unos niños pequeños y ahora resuelta que el hombre sabe de mi y yo de el nada.

El estafador resultó estafado.

Abro la boca para hablar pero ninguna palabra sale de ella.

-Tu abuelo me hablo, me dijo que te había dado mi dirección- me explica y yo asiento con la cabeza, abre la puerta de madera y se aparta del camino- Vamos adentro.

***

Su esposa es adorable, me ha dado comida algo que había olvidado hacer hace tres días, comer. Mi vida era complicada, después del divorcio de mis padres, mi padre se deslindo por completo de nosotros algo que genero un resentimiento en Robby y por muchos años en mi también.

-No sabia que el el ya se hubiera comunicado con alguien-rompo el silencio y el me mira- Casi nadie sabe de mi existencia.

-Tu abuelo y yo fuimos amigos un tiempo, ambos nos conocimos después de que regreso de Vietnam, nos hicimos amigos y el Karate nos unió y también fue el mismo que nos separo- asiento con la cabeza- Me enteré de todo lo que pasó en Reseda hace muy poco tiempo, me he reencontrado con un antiguo amigo hace unos días y me ha pedido mi ayuda y el día de ayer me hablo tu abuelo buscando la misma ayuda así que acepte ser tu sensei.

Lo observo. Eso no estaba en mi plan, yo no se nada de Karate, bueno, se algo porque he visto Kung Fu panda pero no creo que cuente.

-Yo no se nada de Karate- hablo.

-Te enseñaré.

Le sonrio un poco.

-¿Eso cuanto tiempo me va a costar?

Tomo el vaso de agua que su esposa me ha ofrecido.

-¿Ya comiste?-me pregunta la mujer y la observo, se que debo decir "No gracias, estoy bien" pero no lo estoy-No seas tímida, tu silencio me dice que no así lo te voy a servir.

Oh, me vio muerta de hambre.

-Gracias- agradezco y ella me sonrió.

Minutos más tarde estoy sentada en el comedor de la familia Chozen y yo ya voy por mi tercer plato de comida, siento un poco de vergüenza al comerme toda la comida pero hace días que no consumo ningún alimento, el poco dinero que logré conseguir en un lugar de comida que trabajaba se lo he dado a mi madre, ella lo necesita más que yo.

-El Karate no es un deporte- me dice Chozen y lo observo-Es una forma de vida, te da paz, tranquilidad y éxito. Miyagi era muy amigo de mi sensei y ambos fueron entrenados por el mimo sensei cuando eran jóvenes, no eran muy buenos amigos cuando crecieron pero luego todo cambió y los últimos días de sus vidas se volvieron muy cercanos.

Me he perdido.

-¿Quien es Miyagi?- pregunto.

El me mira y alza una ceja, lo observo por varios segundos y el entiende que no se de que he hablado.

-El señor Miyagi era un hombre de la ciudad de Okinawa, en Tokio, el y mi sensei fueron de las personas que te he hablado. El entreno a Daniel Larusso y hace poco me he reencontrado con el puesto que me ha pedido ayuda para derrocar a los Cobra Kai.

-Si, eso ya me ha contado mi abuelo, dice que fue traicionado por un hombre llamado Terry Silver.

Chozen se queda estático sin dejarme de mirar.

-¿Eres nieta de John Kreese?-me pregunta perplejo, yo asiento con la cabeza sin entender su sorpresa- No sabia que Johnny Lawrence era su hijo-murmuró y luego me sonrie- Que pequeño es el mundo. El día de mañana ire a Reseda, ¿te quedas para que vayamos juntos?

Quiero hacerlo porque eso me evita el traslado en transporte público pero niego con la cabeza.

-Agradezco su ofrecimiento señor Chozen pero me urge llegar a Reseda y ahora que lo conocí me siento más segura de llegar ahí.

-Si eso prefieres, es perfecto, así también puedes hablar antes con tu padre, ha de estar ansioso por que llegue.

Le sonríe y asiento con la cabeza.

Eso pasaría si tan solo el supiera que voy a verlo.

THIS IS WAR | COBRA KAI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora