02. Somos lo que somos

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NEW YORK

La semana había pasado volando, Liam programando reunión tras reunión y evento tras evento, llenando sus días más de lo normal para tratar de hacer las cosas rápido para poder regresar a Nueva York. Corría de un evento al siguiente, al igual que sus reuniones, programando todo uno encima del otro. Y todo iba realmente bien. Cordonia y su gente estaban prosperando y Liam como Rey estaba cambiando la faz del país. Tras la muerte de su padre, se enteró de que no era el gobernante más justo y Liam estaba decidido a arreglar eso, y su gente no podría estar más feliz. La prensa lo glorificaba como el monarca del que Cordonia estaba necesitado, los reinos vecinos rogaban al pequeño país una alianza por su riqueza.

Finalmente llegó la mañana para que Liam regresara a Nueva York, la anticipación lo atravesaba por ver a Riley. Dejó a Regina y Madeleine cuando estaban comenzando a planificar los eventos para la temporada social y se dirigió a la pista. Después del largo vuelo, salió del avión a su automóvil y se dirigió directamente al edificio suyo y de Riley.

Entró y el olor de la cena flotaba en el aire, con una cálida sonrisa y saludando a Celeste, que estaba sentada en la sala de estar, dejando sus cosas cerca de la puerta mientras la cerraba en silencio.

Riley estaba de espaldas a él mientras caminaba detrás de ella en la cocina, sumergiendo su boca en su oreja.

|| Hola, mi amor || Susurró antes de besar su mejilla.

Ella sonrió mientras se giraba.

|| ¡Cielos! No imaginas cuanto te extrañé || Ella lanzó sus brazos alrededor de su cuello tirando de él en un beso ansioso, sintiéndolo sonreír contra sus labios.

|| Yo también te extrañé muñeca || La besó una y otra vez antes de dar un pequeño paso hacia atrás y colocar sus manos sobre su gran bulto mientras se agachaba frente a ella y besaba su vientre || Oye, pequeño || Murmuró contra ella. Unos momentos después, sintió rodar y patadas debajo de sus manos y se rio entre dientes antes de volver a levantarse || ¿Como te sientes? ||

|| Bien || Ella sonrió || Cansada pero bien. ¿Tienes hambre? ||

|| Sí || Sonrió || Huele increíble ||

|| ¡Pollo Piccata! || Sonrió. Era uno de los favoritos de Liam || Celeste, ¿te quedas a cenar? || Riley le pregunto.

|| No, gracias. Tengo una pizza llamándome por mi nombre || Gritó desde la otra habitación. Liam sabía que iba a encontrarse con Sebastián para cenar, como siempre hacía cuando él regresaba. Entró desde la sala de estar sonriéndoles a los dos || De hecho, voy a salir en este momento. Te veré mañana || Sonrió.

|| ¿Por qué no te tomas el día libre, Celeste? || Sonrió Liam.

|| Gracias || Ella asintió con una sonrisa. Se despidió antes de que Liam la acompañara a la puerta y le diera las gracias por estar con Riley mientras él no estaba. Regresó a la cocina mientras Riley preparaba la pasta y la rodeó con el brazo. Agarró un trozo de pasta y lo levantó, Liam abrió la boca y ella lo dejó caer, Riley se rio tontamente mientras él le besaba la mejilla y luego la sien. Su mano se estiró hacia atrás frotando su espalda baja, Liam la movió y la reemplazó con la suya propia, su mano fuerte amasando suaves círculos a través de ella || Mmmm || Riley cerró los ojos dejando caer la cabeza mientras se apoyaba contra el mostrador.

|| ¿Por qué no vas a sentarte? Déjame a mí terminar la cena ||

|| Tranquilo está bien, yo puedo ||

|| Riley, te está doliendo la espalda || Exclamo Liam arqueando una ceja.

|| Eso es porque estoy cargando una pelota de playa con peso || Se rio entre dientes || Me va a molestar estando sentada o de pie || Ella se giró para mirarlo, esa mirada severa en su rostro y se rio || No me des esa mirada. Estoy bien ||

Mi gran SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora