Beso en la frente

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Le di un beso en la mejilla y regresamos a nuestra mesa, sonriendo como un par de enamorados mientras el resto de invitados continuaban bailando.

Me sentía totalmente feliz, finalmente había podido corresponder sus sentimientos como ella lo hacía conmigo.

Sus sentimientos...

De pronto un recuerdo llegó a mi mente.

Te amo...

Mi corazón golpeó frenéticamente contra mi pecho al recordar las palabras que Cynder había dicho en el fin del mundo. Fue entonces que me di cuenta de que yo aún no se lo había dicho.

No le he dicho lo mucho que la amo.

Por un momento me sentí como un idiota al no haber notado ese detalle antes. Pero mirando a Cynder a mi lado parecía como si eso no fuera necesario, ella seguía siendo la misma sin cambiar su comportamiento.

Pero debo decírselo.

—Cynder yo...

—¿Les ofrezco otra bebida? —preguntó un camarero, interrumpiendo mis palabras.

—Si —respondió Cynder, mientras el camarero dejaba frente a ella otra bebida—, ¿Y tu Spyro?

—Em... si, yo también.

Una vez servida mi bebida ambos brindamos por nosotros, bebiendo un poco.

—¿Ibas a decir algo? —preguntó Cynder.

—¡Si! —respondí— quería decirte que yo...

—¡Chicos vengan! ¡Va a empezar el rito de buena fortuna! —gritó una de las invitadas, instando a las demás a seguirla.

—¿Buena fortuna? —preguntó Cynder.

—¡Si! Es un rito donde la pareja toma un listón blanco y lo colocan en una esfera dorada que lanzan al cielo junto con otras dos, quien tome la esfera con los objetos tendrá la bendición de unirse como compañeros —explicó tomándonos a ambos hacia donde se iba a realizar el rito.

La mayoría de los presentes nos congregamos juntos, viendo como el Jefe Prowlus y su compañera dejaban el listón dentro de una de las tres esferas.

—¡Que el rito de la buena fortuna comience! —anunció el Jefe Prowlus.

Al instante se lanzaron las tres esferas al cielo, tomando cada una direcciones diferentes al caer.

—¡Ahí! —gritó alguien lanzándose sobre una esfera.

Me sorprendí al ver como la esfera huía de él al usar las corrientes de aire a su favor.

—No será fácil —comenté a Cynder, pero no obtuve respuesta— ¿Cynder?

Al girar para buscarla noté que estaba usando su poder del viento para atraer una de las esferas a ella.

Chica lista.

Cuando tomó la esfera entre sus patas y la abrió nos dimos cuenta de que estaba vacía.

—Esta no es.

Soltó la esfera y se concentró en traer otra de ellas, obteniendo el mismo resultado.

—Solo queda una —comenté, buscándola con la mirada.

—¡Esa! —gritó Cynder.

La esfera estaba escondida debajo de una de las mesas, me apresuré a ir por ella pero una sombra se adelantó a mis pasos. Cuando me detuve puede ver a Cynder destransformarse de su forma de sombra, tomó la esfera y finalmente encontró el listón.

—¡Lo tengo!

Todos los invitados se detuvieron en ese momento, mirando como Cynder tenía entre sus patas la esfera y de ella salía el listón blanco.

—¡En hora buena!

—¡Los jóvenes dragones estarán juntos!

Los gritos y vitoreos no se hicieron esperar, haciéndonos avergonzar.

—¡Qué siga la fiesta!

Y tan pronto como pudieron la música se reanudó, y los invitados volvieron a sus asuntos.

Cynder terminó ligeramente sonrojada mientras se alejaba de la multitud. Caminé hacia ella, viendo como aún tenía la esfera entre sus patas.

—¿Usando algunos trucos? —pregunté sonriente, viendola sonrojarse un poco más.

Sonreí y simplemente le di un beso en la frente, abrazándola con mis alas, buscando hacerla sentir cómoda.

SpyroXCynder FlufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora