San valentin

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-Feliz San Valentín- Exclamó emocionado Louis, entregando una cajita pequeña con moño al rizado que se encontraba medio dormido a su lado.
-¡¿Que?! ¡Me encanta! Es hermoso, supongo que esta es para vos y esta otra para mi- Dijo Harry entregándole al ojiazul la mitad del corazón con la letra "H" mientras que el se colocaba su mitad "L" en el cuello-Bueno... aquí esta el mío amor
-Es muy grande- Describió el castaño llevándose una media sonrisa pícara de parte del ojiverde- ¡OH POR DIOS! Esto es otro nivel- Grito sorprendido tras el regalo que había recibido mientras carcajadas salían de su boca.
-¿No te gusto mi vinilo "Look after you (Louis Tomlinson's version)"- interrogó el ojiverde dándole besos en los grandes muslos al castaño.
-Mhm, si que me gusto- Contestó Louis sintiendo las hormonas por sus venas.

Luego dejaron escuchar el hermoso vinilo, acompañado de la dulce voz del ojiazul quien estaba avergonzado de tan solo escucharse cantar a si mismo, decidieron ir a pasear por el centro.

Una vez allí se dirigieron al cementerio de Recoleta donde hicieron lo más rápido posible en salir, ya que al fin y al cabo era un cementerio -por más lujoso que sea- caminando por las largas calles se toparon con un museo de bellas artes, al cual entraron. Fue grandioso, todo era lindo, ambos de la mano mirando todo tipo de cuadros abstractos y esculturas por doquier.

Para finalizar su increíble recorrido quisieron ir al Ateneo, un antiguo teatro que ahora era una inmensa biblioteca donde yacían todos los tipos de libros que uno quisiera. Ese lugar fue algo soñado para Louis, siempre quiso ir allí pero por una u otra razón nunca fue, esta era la oportunidad y la aprovecho. Más que listo atravesó la grande y lujosa puerta de bienvenida, ahí adentro había hasta un Starbucks era literalmente el sueño de todo lector, quería quedarse a vivir para siempre en ese lugar.

Subió unas escaleras mecánicas y encontró un libro que lo quería hace tiempo "El diario de Anna Frank"
nunca lo había comprado, antes de morir debía leerlo. Lo observo detalladamente y lo llevo para pagarlo con otros libros que agarro en el trayecto.

-Deja yo pago- Dijo Harry sacando su billetera
-Amor no hace falta
-Regalo de San Valentín- Interrumpió el ojiverde dandole un beso en la mejilla a Louis.

Los dos salieron del antiguo teatro, agarrados de las manos y con una bolsa llena de libros.
El rizado llevó al ojiazul a su casa, estaba anocheciendo y debían llegar antes de las 21.

-Me gusta tu nuevo accesorio ¿Como se llama?
-Tanque de oxígeno, te lo dije ya mil veces- Contesto irritado el castaño
-Cierto... lo siento Lou, solo trato de mostrarte el lado positivo
-¿Ah si? Entonces dime ¿cual es el lado "positivo"? Vamos quiero saberlo
-Está bien, estás cansado y todo esto es nuevo. No quiero pelear... baja ya llegamos, hablamos más tarde ¿si?
-Adiós- Se despidió el ojiazul dandole un portazo al auto sin siquiera dejar un beso en los labios de Harry.

El último tiempo con su bombona de oxígeno no había sido el mejor, era incómodo estar conectado a un tanque por tus fosas nasales, nada era bueno, no había "lado positivo" en ello asi que trataba de sobrellevarlo como podía, muchas veces era amargado y depresivo pero otras era viendo la vida como una sola y disfrutando todo.

[...]

En casa de Harry las cosas no iban bien, su padre cada vez le daba golpizas más fuertes la cuales dejaban grandes moretones en su rostro, espalda, piernas y toda parte del cuerpo. La madre del rizado no hacía nada por detenerlo ya que si lo intentaba está terminaría en el piso con más moretones y sangre. Carlota seguía yendo al casino todos los días, volviendo tarde, borracha y sobrepasada en cocaína.

I'll love you till deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora