-Capitulo 8-

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Neko-Argentina

Neko-Argentina

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"Agobiante"

Diría yo, es la mejor manera de describir el silencio que se había creado a mi alrededor.
Sofocante, molesto y, de alguna manera, incluso ruidoso.
Siento cada segundo que pasa como nuevos clavos en la piel, cada momento que paso rogando por el más pequeño de los sonidos siento mi corazón ser cada vez más pesado.
Más.
Más.
Y más pesado.
Como una piedra en mi pecho que crece y crece y no se detiene por más que trate de controlar mi respiración.

Es en este momento en donde se decide que va a pasar conmigo.
Me aterra.
Puede salir bien, puede salir mal, pero no tengo manera de saber como va a salir hasta que me digan lo que hayan decidido.
Me aterra.
Si sale mal me van a obligar a volver... y no quiero volver... por más que odie decirlo, no tengo la valentía necesaria para poder verlos a la cara.
Me aterra.

- Tienes cosas que explicar - Escuché su voz, suave y familiar, delicada, como si le hablara a un niño perdido

Tan solo en ese momento me atreví a desclavar los ojos de mis propias manos, juntas y jugando con mis dedos, culpa del nerviosismo que sentía carcomerme.
Frente a mí, sentada a través del escritorio de madera. mirándome fijamente estaba la ONU.
Pero mí ONU.
Neko-ONU.

Tan magnifica como siempre, pero igualmente indescifrable, no podía distinguir la emoción en su mirar, podía ser enojo, decepción, curiosidad... lo que sea que fuere, yo no lograba entenderlo.

Estaba en esa sala, aquella en dónde solía ir de manera seguida.
Bueno, no tan seguida, pero sí más seguido que mis compañeros.
Teníamos una igual en mi casa.
Era la oficina de la ONU, con los nekos tan solo íbamos allá cuando nos metíamos en problemas, puede que para los Humans haya algunos otros motivos, dado que ellos controlan el país... pero eso está fuera de mi conocimiento.

Era una sala cuadrada, tan solo un escritorio con una silla en el frente y detrás de este, la poca iluminación venía de una única lampara de techo, casi pareciera que esa gran ventana a espaldas de Neko-ONU era completamente inútil, siendo cubierta por las cortinas casi todo el tiempo.
Al menos las paredes de aquella sala estaban algo decoradas con banderas y cuadros, la de mi viejo hogar se queda bastante pobre a comparación.
También sé por experiencia que las paredes están insonorizadas, podría gritar a todo pulmón como si me estuvieran asesinando y nadie se enteraría.

Aún que, en momentos como este, no me molestaría tanto que me mataran...

- ¿No piensas hablar? - A mis espaldas escuché la voz de ONU, human-ONU

Ella era más ruda... no se si me agrada.
Bueno, no se si le agrado a ella tampoco, jaja...

- Tranquila, human - Volvió a hablar Neko-ONU, de manera calma y aún mirándome a mí - Lo último que queremos es ponerlo nervioso ¿No es así? -

El Neko - ArgChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora