Hay un mundo aparte más allá de los conocidos como "Countryhumans"
Hay un lugar en donde viven otros países, los "CountryNekos"
Ellos son como los humans, pero con una pequeña diferencia
Son parte-gato
Todos los humans se impresionaron al ve...
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Aunque los rayos del sol pegaran en mi cara, yo me negaba a despertarme del todo. Es una situación extraña... Cuando estás conciente, pero a la vez dormido y podés estar atento a tu alrededor pero soñando al mismo tiempo.
A mí me encanta esa sensación.
Es como estar en un limbo entre la fantasía y la realidad... Un lugar que se diferenciaba se la simple imaginación, que aunque se supone tiene que calmarte, no deja de desesperarte por saber que tenias que volver a la tierra en cualquier momento. Pero a la vez alejado de la bochornosa y abrumadora vida real, ignorando los problemas y deseos que te veas obligado a afrontar.
Era perfecto. Cómo no existir, pero ser todo a la vez. Y no quería levantarme, al menos no hoy, quería un día libre de estar con vida, dejar la conciencia de lado por un tiempo. Ser libre y estar encadenado, creo que esa era realmente la mejor manera de describirlo... Porque debía volver, tarde o temprano, y no importaba que tanto tratara de aprovechar esos momentos, el tiempo seguía pasando.
Así que abrí mis ojos. Bostecé y me desperecé. Me dolía la espalda, los ojos me ardían.
Quizá por el cambio. Puede que uno al principio pensara que pasar de dormir en el suelo a dormir en un sillón era para mejor, pero una vez te acostumbras a la dureza del piso, la suavidad del sillón es algo complicada. Bueno... No es que el sillón fuera muy suave en realidad... ONU es tremenda rata, les dejó el sillón mas pobre y tieso que se encontró en la calle probablemente, más incómodo no podía ser.
Pero eso no es lo importante. Bueno... Sí... Cualquier cosa que me sirva para insultar a ONU me parece importante. Pero me refiero a que no es importante ahora.
Lo importante ahora es que Human-Argentina me odia y ya no duermo en su habitación. Ahora duermo en la sala de estar, en ese sillón que parece ser de las épocas de adolescencia de Jesucristo de lo duro que es...
Ahora el sol pasa directo por el ventanal de la esquina y me pega directo en la cara. Así no hay quien duerma. Pésimo, una estrella.
Pero bueno, mejor que nada. Podría estar durmiendo a la intemperie, en el bosque, cosa que me tocó hacer una que otra vez y, déjenme decir, no es bonito.
Andá a saber que hora es encima, en medio verano, así que por ahí son las seis de la mañana y yo acá, despierto, sin nada que hacer más que insultar a ONU, a Human-Arge, a Brasil, a mi de paso, y a quien quiera que tuviera la mala suerte de cruzarse por mi cabeza.
Insultar es mi pasatiempo. Recomendado, cinco estrellas. Alerta: Te pone medio forro a la larga.
Aunque, bueno, tarde o temprano nos toca aceptar que somos malas personas, ya fue.
Quizá fue buena suerte para mí, o la peor de las suertes para él cuando Venezuela llegó al living también. Lo noté sorprendido por verme, puede que su sorpresa a fuera mas por mis ojeras que por otra cosa, no se.
